(CNN) - ¿Qué piensa realmente el papa Francisco sobre la homosexualidad?
Esta pregunta ha sido planteada en los últimos días por dos informes periodísticos aparentemente contradictorios.
A principios de este mes, Juan Carlos Cruz, un sobreviviente de abusos sexuales por el clero en Chile, que fue invitado del Vaticano a fines de abril, dice que él y el papa Francisco trataron más temas que solo el escándalo que ha sacudido a la iglesia en el país sudamericano. También discutieron la sexualidad de Cruz. Él es gay.
Según Cruz, el papa le dijo: "No importa, Dios te hizo así, Dios te ama así".
El Vaticano no confirmó ni negó las palabras de Francisco, asegurando que "normalmente no se comentan las conversaciones privadas del papa".
El discurso del papa Francisco sobre la homosexualidad genera tensiones tanto en gente de izquierda como de derecha.
La semana pasada se dieron a conocer comentarios muy distintos, también atribuidos al papa Francisco.
La revista italiana de noticias Vatican Insider y otros medios italianos informaron que Francisco habló sobre los hombres homosexuales en el seminario de la Conferencia Episcopal Italiana, durante una sesión a puertas cerradas.
Según un obispo presente en la reunión, el papa dijo: "En caso de duda, mejor no dejarlos entrar". Lo que significa que, si alguien es gay, no debería estudiar para el sacerdocio.
Esa postura pone a Francisco en línea con su predecesor, Benedicto XVI, quien emitió un documento en 2005 que establece que a los hombres con "tendencias homosexuales profundamente arraigadas" no se les debería permitir estudiar para el sacerdocio.
¿Visto bueno para ser gay?
Los comentarios públicos del papa sobre los hombres y mujeres homosexuales proporcionan al menos algunos indicios de lo que realmente piensa.
Es decir, para Francisco, ser homosexual y la enseñanza de la Iglesia católica no son excluyentes.
Francisco ha expresado públicamente y ha mostrado en sus reuniones con homosexuales y personas transgénero una apertura hacia quiénes son y cómo viven.
Sin embargo, la enseñanza oficial de la Iglesia católica sobre la homosexualidad dice que "la inclinación homosexual es objetivamente un desorden" y las parejas del mismo sexo no pueden casarse en la Iglesia católica.
Así, aunque las palabras y gestos de Francisco a veces parecen dar el mensaje de "está bien que seas gay", parecen contradecir las reglas de la iglesia que él gobierna.
¿Y entonces?
Una interpretación es que a Francisco le gustaría cambiar esas normas, pero no puede. La resistencia conservadora es demasiado fuerte.
Sin embargo, hemos visto al papa cambiar las reglas con respecto a la Comunión para católicos divorciados y casados â??â??a pesar de la resistencia conservadora. Él es el papa y puede cambiar las reglas si quiere.
El hecho es que Francisco no ha dado señales de que quiera cambiar la enseñanza de la Iglesia católica o las reglas relacionadas a los homosexuales.
Para ser claros, porque esto suele ser un punto confuso, la Iglesia católica distingue entre ser gay y actuar como si hubiese atracción por alguien del mismo sexo. (Esto a veces se llama "ama al pecador / odia el pecado").
Sobre la actividad homosexual, el Catecismo católico dice: "Son contrarios a la ley natural... bajo ninguna circunstancia pueden ser aprobados".
Incluso ser gay, lo que la Iglesia católica llama una "inclinación", es "objetivamente un tratorno", según la iglesia.
En las enseñanzas del Catecismo sobre los hombres y mujeres homosexuales se incluye que "deben aceptarse con respeto, compasión y sensibilidad. Se debe evitar todo signo de discriminación injusta hacia ellos".
Finalmente, la Iglesia católica no se apoya firmemente en la cuestión de la "naturaleza o la crianza"; si uno nace gay o si es una elección. El Catecismo dice: "Su génesis psicológica sigue en gran parte sin explicación".
Entonces, ¿cómo conciliar la apertura radical de Francisco con los homosexuales con la firme posición de su iglesia de que ser gay o lesbiana es "un desorden" y con su desaprobación de las relaciones homosexuales?
Una respuesta a esa pregunta puede estar en el discurso de Francisco a los líderes católicos en 2013, el año en que fue elegido Papa. Refiriéndose a la hija de una mujer lesbiana, dijo: "Recuerdo la historia de una chica joven que le confió a su maestra que 'la novia de mi madre no me quiere'".
"Las situaciones en las que nos encontramos hoy representan, por lo tanto, nuevos desafíos que a veces son difíciles incluso para nosotros", dijo.
"¿Cómo anunciamos a Cristo a una generación que cambia?" preguntó. "Debemos tener cuidado de no administrarles una vacuna contra la fe", dijo Francisco.
El enfoque del papa ha sido criticado tanto por la derecha como por la izquierda.
Los conservadores dicen que acompañar a hombres y mujeres homosexuales debe incluir una corrección de su estilo de vida; los progresistas dicen que el acompañamiento de Francisco debe incluir un cambio en la doctrina.
El papa, al parecer, está contento de mantener a los dos en tensión.