LIMA.- Aproximadamente uno de cada tres niños padece asma, un grave problema de salud pública que se potencia por la escasa educación general que existe sobre la enfermedad, el poco seguimiento que se hace a los tratamientos de control y a la persistencia de “mitos” sobre los mismos.
Así se expresaron hoy a Efe los médicos e investigadores Carlos Alberto Saavedra, presidente de la Sociedad Peruana de Neumología, y Rafael Reaño, responsable médico para temas respiratorios del laboratorio GSK, quienes pidieron acciones públicas para atender mejor una enfermedad “controlable” y en la que un tratamiento precoz puede mejorar “mucho” la calidad de vida de los pacientes.
Los estudios médicos manejados por los investigadores apuntan a que en promedio un 30 % de los menores peruanos sufre la enfermedad, una de las tasas más altas de la región, sin contar con el hecho de que existe mucho subdiagnóstico.
En comparación, en España el índice de incidencia de la enfermedad en la población infantil llega tan solo al 12 %, según cifras difundidas esta semana con motivo de la celebración el miércoles del Día Mundial del Asma.
Reaño apuntó que las causas de la enfermedad son “multifactoriales”, entre ellas varias de tipo ambiental, pero que en Perú eso se ve empeorado por “el desconocimiento real sobre la enfermedad, por que muchas personas, entre ellos los padres, no aceptan que los niños tengan la enfermedad y porque existe muy poco apego a los tratamientos de control”.
“Además están los mitos sobre el tratamiento del asma, que se producen porque cuando hace ya mucho se descubrió la acción benéfica de los corticoides para el asma, se recetaron sin control. Así aparecieron eventos secundarios. (…) Ahora esos tratamientos están controlados y sus perfiles de seguridad son adecuados, no es cierto que causen daños”, apuntó Reaño.
El investigador aseguró que precisamente esos mitos llevan a muchos pacientes a evitar los tratamientos de control y utilizar los medicamentos que sirven para aliviar crisis asmáticas, como los broncodilatadores, lo que abre paso a otro “mito”, que es que provocan “adicción”.
“Y eso tampoco es cierto, lo que ocurre es que el paciente busca más alivio porque no lleva una terapia antiinflamatoria adecuada”, subrayó.
En ese sentido, Saavedra apuntó es precisamente la falta de control de la enfermedad la que genera las crisis típicas de la enfermedad, que generalmente son también consecuencia de procesos infecciosos asociados.
Según indicó, hasta el 50 % de las atenciones en centros de salud en Perú son por enfermedades pulmonares de algún tipo, y muchas de estas están asociadas al asma no controlada.
“Y eso lleva también al abuso de antibióticos, a una mala calidad del seguimiento de los enfermos, al abuso de bajas médicas, al ausentismo escolar y laboral y a una mala actividad escolar del niño porque no pudo dormir ni descansar. Y cuando se controla el asma, eso se reduce, ya que son consecuencias del mal control. Es un círculo vicioso”, dijo el neumólogo.
Además, Saavedra apuntó que es “más barato controlar la enfermedad que el tratamiento de las crisis agudas de asma”, más aún si eso se hace con un diagnóstico temprano a los enfermos.
“Hay que hacer un mejor diagnóstico en la población, detectar la enfermedad tempranamente, capacitar a los médicos generalistas y educar a la población, sensibilizándose y viendo que se trata de una enfermedad importante y prevalente. Una vez con eso, hay que buscar controlar los factores, como la contaminación o los alergenos u otros, que también deben controlarse”, añadió.
Además, Saavedra también apostó porque la población tenga acceso a la mejor medicación posible, que sea más efectiva, se prolongue más en el tiempo y que sea más fácil de aplicar, lo que redundará en mejores controles a los pacientes.