Un producto para cada tipo de piel: Anótalo

La piel es el órgano más grande de tu cuerpo. Pero también es muy frágil: se daña con facilidad.

Todo sobre tu piel nuestra piel cambia conforme envejecemos, y si queremos que luzca sana a cualquier edad, debemos empezar a cuidarla cuanto antes. Saber de qué tipo es (y por tanto qué productos son los más recomendables para ella) nos permitirá mantenerla hidratada, limpia y saludable.

Y, por supuesto, entre esos cuidados se encuentra el tomar las precauciones necesarias cuando queramos exponernos al sol.

A nuestra la afectan factores externos como la contaminación y el sol, y se lastima desde el interior cuando no llevamos una buena alimentación o fumamos. El secreto para tener una piel hermosa y sana es saber de qué tipo es.

A grandes rasgos, la piel —en especial la de la cara— puede ser seca, grasa o mixta.

¿Sabes cómo es la tuya?

PIEL SECA A la piel seca le falta agua o aceite y no es exclusiva de las personas mayores (aunque es cierto que se va secando más con la edad).

El reto es su gran vulnerabilidad a los efectos del sol y de la contaminación. También es frecuente la aparición temprana de líneas de expresión.  

Cuidado básico

Busca productos de belleza (en especial para desmaquillarte) que no contengan alcohol. Prefiere los productos con textura lechosa o cremosa, con ingredientes como almendras o frutas.

Exfóliate. Si tu piel luce apagada, es porque está cubierta con células muertas. Hazlo con mucha suavidad para no lastimarla.

Bebe mucha agua. Si pasas mucho tiempo en una habitación poco ventilada, un humidificador te ayudará a elevar los niveles de humedad en el ambiente. No te bañes ni laves con agua muy caliente

Nunca seques tu piel por completo. Retira el exceso de agua dándote golpecitos con una toalla y aplícate de inmediato una crema hidratante.

Tu piel es seca si: Con frecuencia se siente tirante. Le salen barritos solamente antes del periodo menstrual. La zona que rodea tu nariz está enrojecida y reseca.

No luce poros abiertos. Tu maquillaje luce reseco horas después de haberlo aplicado. Tu producto estrella: Una crema con ingredientes naturales que hidrate la piel de todo tu cuerpo.

PIEL GRASA La piel grasa produce más aceite de lo normal y suele deberse a las hormonas o a una mala rutina de limpieza. Hay que tratar de reducir la producción de aceite, pero cuidando de no irritar la piel.

El secreto para cuidar la piel grasa es ser paciente.

Cuando la piel brilla o salen muchos barritos, la primera tentación es lavarse la cara con frecuencia y exfoliarse diariamente.

Sin embargo, si la piel queda demasiado seca, producirá más aceite para compensar. Tu piel es grasa si:  Es brillante y tiene puntos negros.

Es propensa a tener barritos. La zona que rodea tu nariz es brillante y tiene puntos negros. Luce poros abiertos. Tu maquillaje “desaparece” horas después de haberlo aplicado.  

Tips Limpia tu rostro solo dos veces al día (al despertar y antes de acostarte). Asegúrate de que tu maquillaje y tus productos de belleza sean especiales para tu tipo de piel. No te toques los barritos. Lo único que lograrás será infectarlos. Reduce tu consumo de alimentos altos en sal.

Tu producto estrella: Un limpiador en gel, especialmente para tu rostro.

PIEL MIXTA Con la piel mixta, la frente, nariz y mentón (o Zona T) son grasas, mientras que el resto es seco. Las áreas afectadas suelen cambiar dependiendo de la edad.

El reto de la piel mixta es encontrar el equilibrio: el cuidado de las zonas grasas puede lastimar las zonas secas, y viceversa. Una opción es basarse en la hora.

Durante el día necesitarás eliminar el brillo de la Zona T, así que recurre a un humectante especial para piel grasa. Para la noche, ponte una crema ligera para hidratar tus mejillas sin alterar el resto de tu cutis.

Tu piel es mixta si: Tu frente, nariz y mentón son brillantes, pero el resto es seco y tirante. Le aparecen barritos solo en ciertas áreas. La zona que rodea a tu nariz parece estar compuesta por diferentes tipos de piel.

Luce poros abiertos en frente, nariz y mentón. Horas después de aplicarlo, el maquillaje en tus mejillas sigue bien, pero tu nariz brilla.

Tips Aunque nunca hay que frotar con fuerza la piel del rostro, ten más cuidado en la Zona T. No uses limpiadores demasiado fuertes (o dañarán el área con piel seca) ni te exfolies con frecuencia (o activarás la reacción de pánico de la zona grasa). No apliques humectantes muy cremosos en tu rostro, a excepción del contorno de los ojos.
 

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