Muchas de nosotras tememos la llegada de la tercer década a nuestras vidas pues implica que la época de la rebeldía ha quedado atrás y la madurez está tocando a la puerta. La oportunidad de hacer cosas tontas pero divertidas, de equivocarte, de fracasar, de enamorarte una y otra vez, está terminando. Eso no significa que ya no lo podamos hacer, sólo que ahora, antes de considerar lanzarnos a la aventura, tendremos que pensar en las consecuencias.
No importa si estás por cumplir los treinta o si aún te quedan algunos años por recorrer, seguramente disfrutarás esta lista de las 30 cosas que seguro tienes que hacer antes de llegar al temido tercer piso de tu vida.
¿A dónde? Eso es lo de menos. Viaja lo más que puedas, sola y acompañada, por aire y por tierra, aún cuando no tengas el dinero suficiente. Lo importante es conocer, aventurarte y gozar.
Salta en paracaídas, lánzate de un bungee o en parapente. Haz cualquier cosa que incluya alturas y adrenalina.
Qué mejor que hacerlo en una gran ciudad con mucha vida nocturna.
Es una experiencia que te hará crecer.
Ya sea el Coachella, Bonnaroo, Lollapalooza, Tomorrowland o cualquier otro, date la oportunidad al menos una vez en tu vida de asistir a uno.
Cuando asistas a un concierto, deja que los asistentes te hagan “volar”.
Date la oportunidad de enamorarte locamente, sin límites, sin pensar, hasta los huesos y entregando cada parte de ti.
De esas que te hacen sentir que definitivamente el mundo se está derrumbando.
Atrévete a pintar tu cabello de algún color inesperado y extravagante, o lo que se te ocurra para cambiar de look.
Por gusto propio. Lee literatura clásica, libros que hablen de algún tema que te guste o te interese.
No sólo se trata de asistir sino que te atrevas a cantar y a hacer todo un show, aún cuando sufras de miedo escénico.
No importa que sea algo pequeño, hazte un tatuaje que tenga un significado para ti.
Sabrás que los retos pueden ser emocionantes, y muy probablemente en un futuro te lo agradecerás.
Es mejor ahora que aún tienes tiempo y energía.
Si aún vives con tus padres, atrévete a hacer una fiesta sin permiso por la que sabes que te darán el castigo de tu vida.
Es una experiencia que recordarás toda tu vida.
Cumple el sueño de asistir a la clase que siempre quisiste tomar, o que cuando eras niña jurabas que sería tu profesión de adulta.
O hasta un posgrado. Y nada de que aún te falta la tesis.
Conquista tus miedos más profundos (no tienen que ser una fobia).
Un mundial de futbol, el Super Bowl o cualquier otro mientras seas una aficionada decidida a disfrutarlo.
Ten la satisfacción de haber ganado tu primer sueldo y compra lo que más se te antoje.
Si aún vives con tus padres y no te dejaron ir a esa fiesta que tanto estabas esperando, salta por tu ventana y ¡qué comience la diversión!
Consigue un trabajo que disfrutes (mucho mejor si está bien remunerado).
Pero que sabes que es algo necesario y que tal vez pueda durarte toda la vida.
Nada se compara a la experiencia de ser independiente y tener libertad absoluta.
Cuando salgas de vacaciones, date la oportunidad de enamorarte, no importa si es en otra ciudad, otro país y hasta otro continente.
Por lo menos un platillo delicioso y de alta cocina, puede ser un postre, un plato fuerte o alguna pasta.
Dicen que en la década de tus veinte es cuando se forman las amistades verdaderas. Mantén los amigos que valen la pena a tu lado durante toda la vida.
Al llegar a los treinta ya debes haber experimentado grandes cosas: podrás sentirte plena con la vida que has conseguido, tener el control de tus emociones y tener metas claras.
Lo que pasó era lo que tenía que pasar.
Sigue disfrutando de tu vida, que aún después de los 30 tienes mil cosas por hacer.