Ser asertivo no solo nos permite una mejor relación con los demás, sino que también es muy positivo para nuestra autoestima y la forma de vernos a nosotros mismos
¿Sabes lo que es ser asertivo? Ser asertivo no es más que una estrategia de comunicación que nos permite expresar nuestras opiniones respetando a los demás, así como defender nuestros derechos.
Una de estas estrategias de comunicación más conocidas es el “no”. Saber decir “no” sin sentirse culpable, con total libertad, es una de las características de las personas asertivas.
¿Quieres saber qué beneficios tienen las personas que son así? A continuación te los presentamos.
Sentir que tenemos el control nos permite sentirnos seguros.
Por eso, ser asertivo nos ayuda a sentir que tenemos el poder de decidir, de tomar el camino que más nos plazca y nos hace ser conscientes de que no dependemos de los demás.
En el momento en que nuestras respuestas o lo que decimos dependen de la aprobación de nuestro entorno, perdemos libertad y, sobre todo, control.
Si eres una persona a la que le cuesta decir “no”, por ejemplo, fuérzate a hacerlo si así lo sientes. Enfréntate al miedo y te darás cuenta de cómo recuperas el control de tu vida.
Como no podría ser de otra manera, cuando tenemos una baja autoestima creemos que tenemos que estar por y para los demás, someternos, agachar la cabeza y acatar todo con sumisión.
Este tipo de actitudes, lejos de hacernos bien, minan nuestra autoestima. Nos ponemos en un segundo lugar, no defendemos nuestros derechos, nos doblegamos, no decimos lo que pensamos…
En definitiva, nos limitamos, nos ponemos barreras y todo por miedos e inseguridades que no hemos sabido resolver de manera eficiente.
No obstante, cuando nos damos permiso para decir lo que pensamos, decir “no”, expresarnos con libertad… En ese instante recuperamos el control y nuestra autoestima sube.
No siempre tenemos que decir lo que los demás quieren oír para sentirnos aceptados, aprobados o para que los demás nos quieran. Creemos que así nos apreciarán más, pero no es así.
Nos han enseñado a complacer, pero el éxito de nuestras relaciones y la comunicación con las demás personas reside en la honestidad y la sinceridad.
Decir lo que pensamos, aunque la otra persona no esté de acuerdo, o manifestar nuestra opinión, aunque no sea la de la mayoría, mejorará nuestra relación y comunicación con los demás.
La gestión emocional es una de las capacidades que todos deberíamos aprender, pero que nadie nos enseña.
Explotar de ira, llorar por las esquinas, guardar rencor… Todo esto es fruto de no saber gestionar las emociones de la manera correcta.
Gestionar adecuadamente nuestras emociones nos permitirá comunicarnos mejor y evitar dañar nuestras relaciones.
Por ejemplo, ser asertivo es algo que, puesto en práctica, impedirá que guardemos para nosotros todo aquello que queremos soltar, expresar, decir.
Esto hará que a la larga no explotemos ni paguemos con quien no lo merece nuestras frustraciones y nuestra mala gestión de las emociones.
Cuando decimos lo que pensamos, somos sinceros y coherentes no importa los conflictos que puedan surgir con los demás, pues estos se resolverán de manera más fácil.
En ocasiones, creemos que no ser asertivos es una opción para evitar problemas con los demás. Si le digo lo que quiere escuchar evitaré que se enfade conmigo, si no me niego no se sentirá decepcionado…
Es importante que pensemos en nosotros primero, en lo que queremos, en lo que sentimos que deseamos hacer y lo expresemos.
Nuestros problemas con los demás, si hasta el momento han sido muchos, se reducirán de forma drástica. Tan solo tienes que llevar a cabo todo lo anteriormente mencionado.
Como has podido ver, ser asertivo tiene muchos beneficios que afectarán positivamente a tu relación con los demás y a tu manera de comunicarte.
Hay muchos mitos que nos han instado a no ser asertivos, a caer en la búsqueda de aprobación y a complacer a los que nos rodean.
Estas creencias minan nuestra autoestima y, en vez de empoderarnos, nos subordina.
