Es un debate de nunca acabar: ¿Se deben consumir alimentos de origen animal, sobre todo aquellos producidos industrialmente? Para aquellos que, por cualquier razón, deseen sustituir la carne en sus dietas, son varias las opciones.
Las carnes: ¿única fuente de proteínas y otros nutrientes?
Quienes se oponen a la idea de sustituir la carne dentro del menú, afirman que son varios los elementos que no se encuentran en ninguna otra comida.
Aseguran que la carne es el principal proveedor de hierro al cuerpo, vital en la producción de hemoglobina. También que es la fuente central de las proteínas responsables de la buena salud de la masa muscular.
Insisten en que aporta los aminoácidos necesarios para combatir problemas relacionados con depresión y ansiedad. Igualmente, el consumo de carne está asociado con aumentos de la densidad ósea y un menor riesgo de sufrir fracturas.
Lo importante –aseguran los “carnívoros”– es no excederse. Admiten que las carnes no pueden ser la única clase de alimentos presente en una dieta saludable.
Sin embargo, veganos, vegetarianos y otros grupos que promueven el sustituir la carne de los regímenes alimenticios discrepan.
Aseguran que todos los nutrientes aportados por el consumo de reses y pollos están presentes en alimentos de origen vegetal
Las opciones son variadas:
En todos los casos, sus promotores aseguran que su consumo no viene acompañado por daños colaterales. Ni al medio ambiente, ni a la salud o al bienestar de las personas.
Lentejas, frijoles o garbanzos son algunos de los alimentos que aportan al organismo cantidades importantes de proteínas.
Las lentejas pueden sustituir, en cuanto a sabor, a la carne picada. Con ellas (también con frijoles), se pueden preparar hamburguesas y tacos.
Quienes solo deseen suprimir del menú las carnes rojas, pueden incluir, en cambio, muchos pescados en sus dietas.
Si hay un alimento que ha sido empleado para sustituir la carne es la soja.
Los derivados que se obtienen de esta legumbre superan incluso en proteínas a los alimentos de origen vacuno.
Además, la carne de soja –que se obtiene como subproducto de la extracción del aceite- replica de manera exitosa el sabor, la textura y la consistencia de la carne “tradicional”.
Entre las recetas que se pueden preparar con la también conocida como soja texturizada se cuentan guisos, hamburguesas, salsas y tacos.
Muchas personas emplean el tofu como sustituto del pollo. Entre los platos que pueden prepararse sobresalen los nuggets. El acabado final emula lo crujiente de la receta original.