Redacción Internacional.-Con la llegada de la menopausia, las mujeres suelen aumentar algunos kilos de peso, problema de salud que generalmente suele aparecer a partir de los 45 años, y antes de los 54.
Para disminuir sus efectos, así como para mantener la línea y cuidar de la piel una vez llegadas a este punto, debemos hacer unos cambios en la dieta y tomar suplementos naturales.
Nos ayudarán a tener más energía y vitalidad para superar esta etapa de la mejor forma.
Cambios metabólicos durante la menopausia
Con el final de los ciclos menstruales, las mujeres suelen tener cambios hormonales que vienen acompañados con sudores, carácter irritable, sofocos e incluso depresión y ansiedad.
Es bastante frecuente que, a partir de los 45 años, la mujer comience a perder parte de su masa muscular. Con ello, su zona abdominal puede ir subiendo de volumen.
Lo mejor siempre es recurrir a los consejos de un nutricionista que esté especializado en menopausia.
Es muy útil adoptar una dieta orientada a mantener esta masa muscular que incremente las proteínas y reduzca determinados hidratos de carbono altos en harinas refinadas y grasas saturadas.
Los cambios que se producen en el cuerpo femenino durante la menopausia pueden suavizarse tomando algunos medicamentos, como es el caso de las hormonas, naturales o sintéticas.
No obstante, también podemos recurrir a otros productos naturales.
1. Isoflavonas de soja
Las isoflavonas de soja son el suplemento vitamínico más conocido y usado por muchas mujeres.
Las estructuras de composición de estas son similares a las de los estrógenos naturales. Así pues, son ideales para ocupar el espacio de estos estrógenos que ya no producen en la menopausia.
La soja puede ser el complemento ideal para sobreponer la falta de hormonas naturales.
Contraindicaciones
En el caso de que no se puedan tomar hormonas naturales por cualquier razón, tampoco estarán aconsejadas las isoflavonas de soja o de cualquier otra planta.
De la misma forma, no se recomiendan para personas con alergia a la soja.
Entre los inconvenientes que tiene en la actualidad el consumo de la soja es la cantidad de soja transgénica que hay en el mercado.
A la hora de adquirir estos productos, lo mejor es utilizar soja procedente de la agricultura ecológica. La podemos encontrar en cápsulas, cremas, etc.
2. Preparados con actaea racemosa
También conocida como black cohosh o cimifuga racemosa, los preparados de esta planta van sustituyendo a muchos de los productos tradicionalmente elaborados con soja.
Y es que, entre otras cosas, no provoca la alergia que puede originar la soja, ni existe el riesgo de la soja tansgénica.
Esta interesante planta, originaria de Norteamérica, puede disminuir a corto plazo los síntomas de la menopausia. También tiene principios activos contra la ansiedad, los sofocos y las palpitaciones. Podemos encontrar derivados de esta planta en muchos productos para perder peso o para evitar la caída del cabello.
3. El clavo o trébol rojo
Esta planta salvaje, de la familia de las leguminosas, también contiene isoflavonas, y ayuda a eliminar los efectos de los sofocos nocturnos, así como la ansiedad y la depresión.
Podemos encontrar preparados de trébol rojo fácilmente. Además de isoflavonas, también aporta minerales (magnesio, potasio, calcio) y vitaminas como la C.
4. La raíz de maca
La raíz de maca también ayuda mucho a paliar los síntomas de la menopausia, además de controlar la ansiedad, la depresión y la pérdida de libido.
En determinadas zonas del mundo, como Perú y Bolivia, ha sido muy utilizada desde la antigüedad para tratar múltiples dolencias.
El dong quai (Angelica sinensis), conocido como “el ginseng femenino”, suele utilizarse para el alivio de diferentes síntomas, tanto de la menopausia, como los premenstruales.
La medicina tradicional china utiliza este principio activo desde hace muchos años.
Si buscamos esta sustancia en los mercados, la encontraremos incluida en diferentes preparados alimenticios o complementos. Sus efectos son similares a los de los estrógenos naturales.
Los ácidos grasos esenciales omega 3 son un tipo de grasa muy útil para diferentes aspectos de nuestra salud.
Además de proteger nuestro sistema inmunitario y el corazón, se utilizan como antiinflamatorios, algo fundamental durante la menopausia.
El omega 3 es una fuente natural de vitamina E, vehículo de la mayoría de las hormonas. Así, su consumo es muy saludable durante la menopausia.
Aunque no se eviten los sofocos y su efecto, se mejoran las inflamaciones, los problemas en los huesos y el incremento del colesterol en la sangre.