Las hemorroides son venas inflamadas que se encuentran en el exterior y el interior del ano, provocadas por el aumento de presión en las venas pélvicas y rectales, y están relacionadas con el estreñimiento, la diarrea y la dificultad para evacuar las heces.
Muchas personas experimentan hemorroides en algún momento de su vida y esta condición puede ser muy incómoda, pero hay formas de prevenir y tratar la mayoría de los casos de hemorroides, las cuales reducirán las probabilidades de que vuelvan a brotar y tratarán el dolor causado por ellas.
Reconocer los signos de las hemorroides
Revisa si hay sangre. El síntoma más común es el sangrado durante un movimiento intestinal. Puedes notar sangre en el papel higiénico o en la taza del inodoro.
Este puede ser un síntoma de muchos problemas diferentes. Si notas sangre en tus heces, es una buena idea acudir al doctor.
Las hemorroides no siempre producen sangrado. El sangrado es una posible indicación de que las tienes, pero no es algo definitivo.
Percibe si hay picazón. Las hemorroides también pueden generar picazón y ser dolorosas. Si sientes una picazón o un dolor constante en el ano, este es un signo de que puedes tener hemorroides.[3]
Determina si tienes hemorroides externas. Puedes sentir si tienes una hemorroide externa (en la parte exterior del ano) cuando te limpias. Es probable que sea una inflamación blanda en la abertura del ano.
Acude a un doctor. Un médico puede diagnosticar hemorroides internas o externas realizando un tacto rectal. Si tus síntomas persisten y no puedes aliviarlos con las medidas indicadas más adelante, es una buena idea buscar tratamiento. Es probable que tu condición sea más grave.[6]
Tratar los síntomas de las hemorroides
Usa un laxante. Las hemorroides internas suelen requerir un tratamiento médico profesional. Sin embargo, hay muchas formas en las que puedes aliviar la incomodidad generada por las hemorroides mientras esperas a que se curen. Una de ellas es consumir hierbas que ablandan las heces, lo que hace más fácil evacuarlas.
Trata el área.
Después de un movimiento intestinal, haz un baño de asiento o usa compresas tibias, un gel de aloe vera o una crema como Preparation H® para aliviar y curar la hemorroide.
Para hacer un baño de asiento, usa aproximadamente una taza de sulfato de magnesio en una tina llena de agua. Si solo vas a echar unos cuantos centímetros (pulgadas) de agua, basta con usar 2 o 3 cucharadas de sulfato de magnesio.
Mantén el agua tibia (no caliente) y siéntate en la tina por 10 a 15 minutos. Después de lavarte, sécate suavemente o usa una secadora en intensidad baja. Trata de hacerlo dos o tres veces al día, todos los días.
También es posible que la farmacia local venda lavatorios que puedes colocar en la taza del inodoro, lo que hará las cosas más fáciles para ti.
Para tratarte con una compresa tibia, consigue una toalla de algodón limpia y mójala con agua tibia (no caliente). Colócate la compresa y sostenla por 10 a 15 minutos aproximadamente, tres veces al día. A algunas personas les parece útil colocar primero hielo por unos minutos.[10]
Después de haberte lavado y secado, usa una cantidad pequeña de gel de aloe vera o una crema como Preparation H® para aliviar el dolor o la incomodidad generados por las hemorroides.
La crema Preparation H® contiene vaselina, aceite mineral, aceite de hígado de tiburón y fenilefrina.
La fenilefirna actúa como un anticongestivo y ayuda a reducir el tamaño de la hemorroide. El gel de Aloe vera contiene componentes que inhiben la infección y ayudan a curar las heridas menores.[11]
También puedes usar un pedazo de algodón remojado en hamamelis después de un movimiento intestinal. El hamamelis actúa como un astringente y puede ayudar a reducir la hinchazón.[12]
Usa un medicamento. Si las sugerencias brindadas no alivian la incomodidad, puedes usar un medicamento de venta sin receta. Hay muchas opciones que pueden ser de ayuda.
Puedes colocarte supositorios de glicerina en el recto.
Estos pueden ayudar a lubricar el área y reducir la incomodidad. Úsalos después de un movimiento intestinal, ya que también pueden estimular la necesidad de evacuar. Solo úsalos de una semana a 10 días. Un uso más prolongado puede dañar el área anal y provocar otros problemas.
También puedes lubricar el área anal con vaselina o cremas que contengan óxido de zinc (p.ej., Desitin).
Otra opción es usar cremas que contengan hidrocortisona al 1 %. La hidrocortisona es un esteroide que puede ayudar a reducir la inflamación y la picazón. Nuevamente, deja de usarlas después de un periodo de una semana a 10 días, ya que un uso más prolongado puede lastimar la piel del área anal y provocar otros problemas más graves.
Pídele al farmacéutico que te ayude a encontrar un anestésico local de venta sin receta. El farmacéutico puede recomendarte una crema o pomada como Anti-itch de Aveno, Nupercainal, Solarcaine o Lidoderm. Estos productos pueden adormecer el área con dolor, pero primero consulta a un doctor. En ocasiones, estas pueden interactuar con otros medicamentos que puedas estar consumiendo.
También puedes usar analgésicos de venta sin receta. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) como la aspirina, el acetaminofeno (Tylenol), el ibuprofeno (Motrin) y el naproxeno (Aleve) pueden brindar un alivio temporal.[16]
Considera recurrir a una cirugía. Si ninguno de estos métodos son de ayuda o si tus hemorroides son internas, es probable que necesites someterte a una cirugía para curar tu condición. Conversa con un doctor sobre tus opciones. El tratamiento médico puede implicar el uso de una inyección para reducir el tamaño de la hemorroide. También puede incluir una ligadura para bloquear el suministro de sangre o una cauterización para sellar la hemorroide. En algunos casos, es posible requerir una cirugía para eliminar las hemorroides grandes.
Siéntate en un cojín tipo dona. Puede ser muy doloroso sentarse teniendo hemorroides, y no siempre es adecuado permanecer de pie. Existen muchos cojines disponibles que ayudarán a aliviar la presión en el área y hacer que sentarse sea más cómodo y reduzca el daño a los tejidos sensibles. Puedes solicitar la ayuda de un farmacéutico de confianza. Estos cojines son populares entre las personas que tienen una lesión en el coxis, por lo que podrías decir eso en caso de que sientas vergüenza.
Usa hielo. Una compresa de hielo puede ayudarte a aliviar un poco del malestar en el área, así como a disminuir la hinchazón. Se trata de un procedimiento simple y no invasivo que puede ayudarte a controlar tu problema.
Método3
Evitar las hemorroides
Consume más fibra. Consumir alimentos con un alto contenido de fibra es una forma simple de reducir la probabilidad de desarrollar hemorroides.[18] Los siguientes alimentos en particular son buenas opciones con alto contenido de fibra:[19] Las bayas y otras frutas, en especial aquellas con cáscara comestible, como las manzanas y las uvas.
Evita los alimentos problemáticos. Mientras que los alimentos con alto contenido de fibra pueden ayudar a prevenir las hemorroides, otros alimentos aumentan la probabilidad de desarrollarlas. Trata de evitar en la medida de lo posible la “comida chatarra”, como las papas fritas y otros bocadillos poco saludables. En general, esta es una buena opción, pero cuando comes comida chatarra procesada o salada, también aumentas el riesgo de desarrollar hemorroides.[20]
Bebe más agua. Aumentar la cantidad de agua que ingieres ayuda a mantener las heces blandas. Esto reduce el esfuerzo que debes hacer para evacuarlas.[22] Los expertos no cuentan con una regla general sobre la cantidad de agua que debes beber cada día. La recomendación más común es beber alrededor de ocho vasos de agua de 236 ml (8 oz). Usa esta cantidad como un punto de partida y encuentra la cantidad adecuada para ti.