El dolor en el perineo es, sin duda, uno de los más comunes pero, a su vez, de los más incomprendidos o incluso incómodos para muchos pacientes.
Hablamos de una molestia intensa en la zona íntima y en toda esa área del perineo que alcanza tanto los genitales como el propio ano.
Nos duele cuando nos sentamos, y no solo eso, no podemos olvidar que esta región del cuerpo humano abarca funciones básicas relacionadas con órganos tan esenciales como los intestinos, la vejiga o el aparato reproductor.
Son muchos los pacientes que van de consulta en consulta sin recibir un diagnóstico acertado.
Algunos se quejan de sufrir un dolor agudo al ir al baño; tanto, que les cuesta mucho realizar sus necesidades.
Otros pacientes acuden al urólogo o al ginecólogo para poner en evidencia las molestias que sienten durante las relaciones sexuales.
Es un problema de gran impacto en la vida diaria, y que tiene a su vez un nombre científico que no debemos olvidar: síndrome del atrapamiento del nervio pudendo.
Te damos toda la información en el siguiente artículo.
Dolor en el perineo o neuralgia del pudendo: ¿qué es?
neuralgia pudendo
Este dato es curioso. Por asombroso que nos parezca, el síndrome de atrapamiento del pudendo es una de las condiciones médicas más desconocidas.
Tanto es así, que se describió por primera en 1987 tras dar constancia de un hecho puntual: la mayoría de personas que practican ciclismo de forma habitual, experimentan, tarde o temprano, un dolor intenso en el perineo.
De hecho, hay quien acaba desarrollando incluso una parálisis perineal, o lo que se conoce técnicamente como la parálisis perineal del ciclista.
El nervio pudendo está en la región de la pelvis (observa la imagen superior).
Une tanto el propio periné como los genitales (femeninos como masculinos)
Este síndrome aparece cuando el nervio pudendo o alguna de sus múltiples ramas se daña, se inflama o queda atrapada.
Cuando este nervio presenta alguna anomalía el dolor que se origina abarca toda la zona íntima llegando incluso hasta el abdomen. Es una realidad muy limitante, muy dolorosa.
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¿Qué síntomas presenta la neuralgia del pudendo?
Infección-vaginal
El dolor en el perineo altera prácticamente todas nuestras funciones cotidianas. Las más comunes son las siguientes:
Molestia persistente en toda la zona del perineo cuando estamos sentados.
Dolor al ir al baño para hacer nuestras necesidades.
Dolores durante las relaciones sexuales.
Quemazón y picor en esa área.
Hormigueo.
La molestia se extiende hacia las propias piernas, sobre todo en la parte trasera de las mismas.
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¿Qué origina esta dolencia?
ejercicio para embarazadas
Las causas más comunes tiene su origen tanto en la compresión vascular como en la nerviosa.
Es un problema muy común tanto en ciclistas como en personas que montan a caballo de forma habitual.
No obstante, también es muy habitual en mujeres que han dado a luz y que durante el parto, han sufrido un estiramiento del propio nervio del pudendo.
Cómo se diagnostica este síndrome
Antes que nada, cabe señalar algo importante: que tengamos dolor o molestias en la zona íntima no significa que tengamos obligatoriamente este tipo de neuralgia.
De hecho, existen otras posibles causas como, por ejemplo, una vulvodinia u otro tipo de lesiones asociadas a los músculos o huesos como la cadera.
Serán nuestros médicos quienes nos ofrezcan un adecuado diagnóstico.
No obstante, es conveniente recordar que estamos ante un tipo de problema que requiere de una intervención o tratamiento muy concreto.
La compresión del perineo, en caso de no tratarse de forma adecuada, puede conducir insuficiencia arterial o incluso derivar en la impotencia en caso de los hombres.
La prueba más eficaz para diagnosticar la neuralgia del pudendo es, sin duda, un electromiograma.
Cómo se trata la neuralgia del pudendo
fisioterapia para el perineo
La ayuda de un fisioterapeuta es la primera opción terapéutica que deberemos barajar en caso de que exista una simple neuralgia, es decir, una inflamación del nervio perineo.
Debemos buscar, eso sí, un fisioterapeuta especializado en neurología pelviperineal.
Por otro lado, si lo que tenemos no es una simple inflamación sino una comprensión del propio nervio, será necesario someternos a una intervención quirúrgica.
Con ello, ganaremos en calidad de vida y podremos volver a nuestro ritmo habitual sin dolores ni molestias en esa zona tan delicada de nuestro cuerpo.
