La elección de la mujer tatuada más bonita de Brasil, las nuevas tendencias y técnicas del mundo del tatuaje, el "bodypiercing" y el entorno del siempre polémico arte de pintarse de manera definitiva el cuerpo, marcaron ayer el inicio de la séptima edición del "Tattoo Week Sao Paulo".
La Semana Internacional del Tatuaje en Sao Paulo, que comenzó este viernes y se extiende hasta el domingo en el centro de convenciones Expo Center Norte, inició con la presentación de las candidatas del Miss Tattoo Brasil, cuya vencedora representará al país en la final internacional que se celebrará en Colombia.
El concurso reunió a 36 finalistas, en el que además de los criterios de belleza y personalidad, las transformaciones en su cuerpo con tatuajes y piercing darán la mayor puntuación para escoger el sábado a la ganadora.
"Para ser una Miss Tattoo es necesario, además de belleza, mostrar su personalidad a través de la relación entre los tatuajes que nos hacemos y la libertad que sentimos frente a nuestro cuerpo", señaló a Efe Bruna Barros, ganadora del concurso en 2014 y presentadora de la actual edición.
Para Barros, quien conoció el mundo de los tatuajes con su esposo, que es tatuador, este evento "valoriza a la mujer y sumergirla en un universo que todavía es muy masculino".
La feria, una de las mayores de su género en el mundo, espera recibir durante los tres días del evento a unas 70.000 personas de diferentes países, atraídas por las novedades, espectáculos musicales, talleres técnicos, exposiciones y concursos en sus 650 estands.
Para el organizador de la feria, Enio Conte, las alianzas comerciales del evento permiten "popularizar el arte del tatuaje y romper con los prejuicios".
El 'Tattoo Week' surgió en 2011 en Sao Paulo y cuenta con una edición también cada año en Río de Janeiro, en el que el mundo del tatuaje llega a todo tipo de público para dejar de ser exclusivo de los fanáticos del rock, el surf o el skate, como resaltó Conte,
Según los organizadores, la mitad de la población mundial tiene por lo menos un tatuaje o un piercing en su cuerpo.
Uno de los aspectos abordados en la feria paulista es la de la seguridad, tanto para el tatuador como para el tatuado, respetando normas como las adoptadas en Europa y con la elaboración de un protocolo de registros por cada tatuaje, en el que se describen las agujas, tipo de tinta e identificación del cliente.
El tatuador Jorge Mitsunaga, con más de veinte años de profesión y finalista en la feria del concurso al 'Mejor tatuaje', resaltó la importancia de respetar las condiciones sanitarias, más allá del arte que cada profesional pueda expresar en sus creaciones sobre el cuerpo de las personas, que se convierten en "lienzos".
En los estands los visitantes encuentran tatuajes de los más diversos tipos, desde frases hasta dibujos más completos, con precios que varían de acuerdo a los materiales, la parte del cuerpo que será tatuada y características del trabajo.
Para la tatuadora Priscila Mauán, que exhibe en su brazo una creación con diversos tipos de coloridos flores, ese tipo de "obra" puede valor "mínimo 3.000 reales (unos 941,6 dólares).
