El Informe sobre Terrorismo, elaborado en 2015 por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, revela un hecho insólito a la vez que aterrador: a nivel mundial, la obesidad causa más muertes que el terrorismo, los accidentes de tránsito y la enfermedad de Alzheimer juntos, datos estadísticos que convierten a este mal en un asesino global, al cual ningún país ha logrado detener hasta ahora.
Esta información y análisis es compartido por la Fundación Torres-Picón, la cual centra sus esfuerzos en el área de la divulgación preventiva.
Michael Bloomberg, embajador de la Organización Mundial de la Salud sobre las enfermedades no transmisibles, lo expresa así: “Hoy, por primera vez en la historia, más personas mueren por consumir demasiada comida poco sana que por comer demasiado poco”.
Esta afirmación ha sido ratificada por una investigación llevada a cabo con el auspicio de la Fundación Bill y Melinda Gates y cuyos resultados fueron publicados en la The New England Journal of Medicine (Revista de Medicina de Nueva Inglaterra).
Esta investigación, basada en los datos de 68.5 millones de niños y adultos estudiados entre 1980 y 2015, arrojó que la obesidad fue la responsable del 7% del total de las muertes en el mundo en el año 2015, lo que equivale a cuatro millones de personas que fallecieron principalmente a causa de la enfermedad cardiovascular, seguida por la diabetes, las patologías renales y diversas formas de cáncer.
Y las perspectivas para el futuro inmediato son francamente alarmantes, ya que según las cifras, 107.7 millones de niños y 603.7 millones de adultos sufren obesidad, y lo que es peor, la velocidad a la que crece la tasa de obesidad infantil supera con mucho la de la obesidad en adultos.
“Es una epidemia global que los gobiernos no pueden ignorar más, porque hay muchos pasos que se pueden tomar para afrontar la obesidad y salvar vidas”, exhortó Bloomberg.
Por su parte, Andrew Stokes, profesor de salud global en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston, enfatizó que “Aunque empezáramos mañana a intentar prevenir la obesidad con todas nuestras fuerzas, hay una generación de niños, más de cien millones en todo el mundo, que tendrán que cargar toda su vida con problemas relacionados con la obesidad, como la diabetes y los problemas del corazón y también se avanzará la edad de su muerte”.
Lo más desalentador es que, a pesar de los avances que logre la medicina en el tratamiento de las enfermedades crónicas asociadas a la obesidad, estas soluciones no beneficiarán a todas las personas que las necesitan; en efecto, la investigación señala que países en desarrollo, como Mali, Burkina Faso o Guinea-Bissau, ya han comenzado a presentar casos extremos de obesidad, pero es muy poco lo que pueden hacer para prevenirlos o tratarlos, ya que no poseen los recursos económicos que les permitan el acceso incluso a las medicinas más simples para tratar la hipertensión.
Otro resultado de esta investigación es el desmentido de una creencia muy arraigada respecto a que la principal causa de la obesidad es la falta de actividad física.
En tal sentido, Diana Thomas, investigadora de la Montclair State University que formó parte de la investigación, expresó: “Hay muchas razones por las que el ejercicio es bueno para tu salud. Sin embargo, si estás intentando perder peso, el problema más grande es la comida”.
Puntualiza el estudio que la reducción en los niveles de actividad física comenzó a producirse mucho antes de que se iniciara el avance de la obesidad, de donde se infiere que la principal causa de la actual situación se encuentra en el consumo de alimentos de baja calidad nutricional y alto contenido calórico, así como la ingesta de refrescos y bebidas azucaradas.
“La alta disponibilidad, accesibilidad y el bajo coste de las comidas altamente energéticas, junto con intensas campañas de marketing podrían explicar el exceso de energía consumida y el aumento de peso entre las distintas poblaciones” señalan los expertos.
El portavoz y presidente de la Fundación Torres-Picón estima importante estar al tanto de los avances de la ciencia en cuanto al estudio de la obesidad y de los factores que la estimulan o provocan así como los que se relacionan con ella.
La obesidad mantiene hoy la característica de ser una epidemia global, así lo viene denunciando la Organización Mundial de la Salud (OMS), e involucra altos costos tanto en pérdida de vidas como en tratamientos, según lo confirma este análisis referente al año 2015 -con base en el informe recientemente cruzado- enfatizó Torres.