Existen muchas dudas sobre si es mejor o peor saltarse alguna comida para perder peso o si, por lo contrario, esto nos hace tener más hambre y comer de manera más impulsiva en la siguiente ingesta. En este artículo detallamos los pros y contras para bajar de peso con más facilidad, con sentido común y sin sufrimientos innecesarios.
Perder peso con sentido común
Las personas que se propongan perder peso de manera equilibrada deben evitar siempre los impulsos a la hora de hacer dietas milagrosas o restricciones importantes.
Y es que estas pueden llevarlas a padecer problemas de salud y, además, a ganar más peso después.
Perder peso debe ser el resultado de una mejor alimentación, que nos proporcione justo los nutrientes que necesitamos, ni más ni menos.
De este modo nos acostumbraremos a comer de manera saludable, con algún capricho puntual, sin sacrificios ni sufrimientos que empeoren nuestro estado anímico.
¿Tienes ansiedad por la comida?
Si eres una persona que siente ansiedad por la comida, que no puede evitar de manera compulsiva y sin freno alimentos que no le sientan bien, recomendamos evitar saltarse ninguna comida.
De hacerlo solamente conseguiremos aumentar la angustia y la desesperación por comer.
Por el contrario, se recomienda realizar 5 o 6 comidas al día, a pequeñas raciones, masticando bien.
También podemos tomar algún suplemento que nos ayude a controlar la ansiedad, como las flores de Bach.
Las flores de Bach más adecuadas son:
Castaño dulce (Sweet Chesnut): Para la angustia.
Cerasífera (Cherry Plum): Nos ayuda a tomar el control.
Pino (Pine): Para la culpabilidad.
Impaciencia (Impatiens): Aporta serenidad y nos calma.
Castaño blanco (White Chesnut): Para el tormento mental.
¿Tienes alguna enfermedad o tomas medicación?
Si tomamos algún medicamento o bien padecemos alguna enfermedad no deberíamos saltarnos ninguna comida para perder peso, ya que los efectos podrían ser más perjudiciales que saludables.
En estos casos es más importante elegir alimentos sanos para bajar de peso de manera progresiva.
Del mismo modo, también deberían evitar este sistema las mujeres durante el embarazo y los niños, así como personas que vayan a realizar deporte o esfuerzos importantes.
¿Tienes trastornos digestivos?
Saltarnos el desayuno o la cena sí que puede ser un buen consejo si sufrimos algún trastorno digestivo como acidez, gases o estreñimiento, en especial si elegimos evitar la cena.
De este modo aliviamos la sobrecarga que sufre el sistema digestivo por estar comiendo a todas horas y sin haber hecho la digestión de la comida anterior.
Además, el hígado es un órgano que se regenera en las primeras horas de la madrugada, siempre y cuando no estemos haciendo la digestión.
Los efectos positivos de saltarnos la cena nos ayudarán a perder peso con más facilidad y nos sentiremos menos hinchados, ligeros y vitales desde primera hora de la mañana.
¿Tienes fuerza de voluntad?
También es una buena opción para aquellas personas que tienen fuerza de voluntad y son muy constantes cuando se proponen una disciplina que les da buenos resultados.
En este caso, sí podemos probar a saltarnos el desayuno o la cena y observar cómo nos sentimos.
No debemos comer menos
Es muy importante aclarar que al saltarnos el desayuno o la cena deberemos aumentar los alimentos que ingeriremos en las siguientes comidas, pero de manera saludable.
Es decir, que no vamos a perder peso por comer menos, sino por aumentar las horas en que nuestro cuerpo estará en ayuno y podrá, por lo tanto, mejorar muchas funciones vitales para eliminar toxinas y grasas.
Aumentaremos el consumo de grasas saludables para sentirnos saciados y evitar la sensación de hambre con alimentos como:
Coco.
Aguacate.
Huevo (por la yema).
Pescado azul.
Frutos secos y semillas.
¿Realmente funciona?
Cada cuerpo es diferente, y en la pérdida de peso influyen muchas cuestiones, como factores genéticos, hormonales, de metabolismo, etc.
No obstante, muchas personas han notado efectos muy positivos no solamente en su peso sino también en su salud.
Eso sí, mucho más importante que comer más o menos cantidad y hacer más o menos comidas, es aprender a escuchar nuestro cuerpo.
Así podremos ver qué es lo que no nos sienta bien y lo que nos hace subir de peso.
También aprenderemos a elegir alimentos más nutritivos y evitar aquellos que no nos aportan nada y que, además, nos hacen ganar peso con mayor facilidad.
Fuente: mejorconsalud
