Algunas personas adoptan el mal hábito de automedicarse y lo hacen por la simple recomendación de terceros que le atribuyen a cierto medicamento un poder infinito y pasamos a confiar en eso ciegamente.
Sumado al desconocimiento de ciertos medicamente que nos han aconsejado, debemos agregar que no siempre leemos las indicaciones de cómo y cuándo consumirlo, junto con sus efectos adversos o contraindicaciones.
Y es en estos casos cuando luego se detectan complicaciones en ciertas dolencias debido a que los cuadros se vuelven más serios por cuestiones relacionadas con los efectos nocivos y la hipersensibilidad a algunos de sus componentes.
Esto está ocurriendo con un medicamento que se convirtió en un antiespasmódico de moda llamado Omeprazol, y que se utiliza como protector gástrico, pero que en realidad neutraliza el proceso digestivo natural ya que inhibe la producción de ácido gástrico que es el encargado de asimilar los nutrientes y eliminar los deshechos.
Además de generar esta condición, el Omeprazol puede producir anemia y depresión, como así también puede disminuir los niveles de vitamina B12.
Asimismo, los huesos pueden verse afectados debido a que este medicamento no permite que el calcio sea absorbido correctamente por nuestro cuerpo incrementando el riesgo de fracturas y debilidad ósea.
Por último, el consumo prolongado de Omeprazol disminuye el ácido natural de nuestro cuerpo poniéndonos en riesgo de contraer virus, bacterias e infecciones que rápidamente pueden alcanzar a los pulmones y afectar nuestro sistema respiratorio.
Es importante consultar sobre los medicamentos que ingerimos y tener siempre el respaldo de un profesional a la hora tomar medicamentos de los que desconocemos los efectos que pueden ocasionar.
