Estamos acostumbrados a un determinado tipo de alimentación que no es el mejor.
Si bien muchos empezaron a incorporar elementos más saludables a sus dietas, aún somos muchos los que no nos resignamos y no renunciamos a ciertas cosas que no son de lo mejor para nuestro organismo.
Y el principal problema que se origina con este desorden alimentario, es el tan temido colesterol que es ni más ni menos que la acumulación de grasas en nuestras arterias, lo que luego deriva en presión alta, problemas cardíacos y que cuando la situación se agrava, es posible llegar al infarto.
Para que esto no llegue, es decir, para que la sangre no llegue al río, es imperioso empezar a tomar ciertas decisiones de peso que redundarán en un beneficio para nuestra salud y nuestra calidad de vida.
El colesterol no siempre es malo; es decir, existe un colesterol bueno y otro que es el causante de los problemas cardíacos.
Este colesterol malo se origina con la mala alimentación, pero luego se potencian sus efectos nocivos con el tabaco, el sedentarismo, la obesidad.
A menudo tratamos estas dolencias con remedios y de esa manera equilibramos estos niveles peligrosos, sin embargo, muchos de esos medicamentos contienen químicos que pueden alternos otras funciones. Ya sabemos, los medicamentos siempre tienen efectos secundarios.
Pero existe una receta completamente natural a base de ingredientes que nos proporciona la naturaleza y que nos libra de los nada deseados efectos secundarios.
Prepara esta receta:
- 1 diente de ajo rallado.
- 1 trozo de jengibre rallado.
- 1 cucharada de vinagre de manzana.
- 1 cucharadita de miel.
- 1 cucharada de jugo de limón.
Preparación:
Simplemente licua todos estos ingredientes hasta que se integren en un batido consistente.
Conserva esta preparación durante 5 días en el refrigerador y toma 1 cucharada antes del desayuno y otra antes del almuerzo.
Realiza este tratamiento durante una semana, descansa unos días y repite.
Controla el descenso de tus niveles de colesterol.