En casi todas las fiestas de cumpleaños o eventos en los que hay niños encontramos distintos juegos o juguetes para su diversión, y los brincos saltarines ya se convirtieron en un clásico que nunca faltan.
Pero lo que desconocemos es que estos juegos que los niños adoran y que parecen tan inofensivos, en realidad pueden esconder bacterias peligrosas que provocan infecciones.
Cuando estos juegos están al aire libre y son utilizados por tantos niños deben someterse a una limpieza extrema para eliminar todo tipo de residuo.
Pero cuando no se realiza una higiene adecuada, los bordes y costuras de este plástico puede ser el caldo de cultivo de bacterias extremadamente nocivas.
Y así mismo pudo comprobarlo Brenda Sanders cuyo hijo comenzó a evidenciar los signos de infecciones en los brazos después de haber pasado una tarde jugando con estos inflables.
El niño de 10 años comenzó a sentir dolores en el cuerpo y las heridas en sus brazos se hacían cada vez más grandes hasta que comenzaron a inflamarse y entonces su madre decidió consultar con su médico.
Finalmente el hijo de Brenda sufría de una infección provocada por un estafilococo, que es una bacteria que al generarse una lastimadura e ingresar en la piel y provoca una infección.
Y además, tiene la característica de que si toma contacto con otras parte del cuerpo se produce el contagio.
Las infecciones provocadas por los estafilococos pueden ser muy graves si no se tratan a tiempo, de modo que es indispensable limpiar las heridas en la piel sin demora.
