En el afán por ahorrar energía y generar mecanismos que sean amigables con el medio ambiente, el mercado ofrece distintas alternativas en cuanto a iluminación y nos propone el uso de nuevos bombillos “bajo consumo” en lugar de los tradicionales que además de ser un gasto importante no son saludables para vista.
Pero estos nuevos bombillos que ahorran mucha energía también esconden un potencial peligro del que nos advierte la Agencia de Protección Medioambiental de USA, en caso de que alguno de estos bombillos se rompa.
Según un estudio llevado adelante por científicos alemanes, cuando algunos de estos bombillos se rompe o se quiebra libera gases compuestos de mercurio que supera en 20 veces los límites tolerados por los seres humanos.
Estas son algunas de las consecuencias que podemos enumerar:
- Dolores de cabeza.
- Mareos.
- Migrañas.
- Cansancio.
- Ansiedad.
- Dificultad para concentrarse.
1) Los bombillos contienen mercurio.
- Si bien este elemento se encuentra en el aire, el agua y los suelos, cuando los niveles se incrementan más allá de lo natural, el mercurio puede ocasionar graves problema de salud, sobre todo en embarazadas, durante los primeros meses de gestación.
- Puede intoxicar el sistema nervioso, el sistema inmunitario, el aparato digestivo, pulmones, piel y ojos.
- La principal fuente de exposición al mercurio es el pescado y los mariscos, que pueden contener metilmercurio. Afecta puntualmente a embarazas, niños y adolescentes contaminando el cerebro, el hígado y los riñones.
- Cuando el mercurio afecta el sistema nervioso provoca nerviosismo, tumores malignos, Alzheimer, trastornos del sueño, pérdida de memoria y cefaleas.
2) Los bombillos pueden causar cáncer.
Otros estudios realizados en un laboratorio en Alemania, determinaron que estos bombillos al romperse, desprenden sustancias como el fenol, la naftalina y el estireno, todos compuestos cancerígenos, derivados del petróleo que ocasionan graves enfermedades.
3) Los bombillos emiten Rayos UV.
Los rayos UV y UVC que emiten estos bombillos son un tipo de radiación dañina para los ojos y la piel.
Afecta particularmente la piel, al impedir la asimilación de la Vitamina D cuando daña los tejidos.
Por eso es necesario tomar muchas precauciones cuando alguno de estos elementos se raja o se rompe.
Si esto ocurre, no los toque directamente con las manos, sino que se recomienda el uso de guantes. Introdúzcalos en una bolsa de plástico o envuélvalos en papel.
También es preferible dejar ventanas y puertas abiertas por 20 minutos y salir de la casa para evitar la exposición directa a los gases tóxicos.
