Corrió donde el ginecólogo con un dolor en la vagina y lo que tenía los dejó con la boca abierta

En la vida pueden suceder cosas que nos dejen con la boca abierta, cosas que sencillamente no logramos comprender.

Algunas historias son tan sorprendentes que ni siquiera podemos saber si son o no verdad, y lo peor de todo es que, en su mayoría, estas historias tan difíciles de creer son ciertas.

Se trata del de la bloguera Michelle Barrow, quien compartió su sorprendente y extraña historia.

Esta mujer empezó a sentir un fuerte dolor en la zona del vientre y alrededor de la vagina, por lo que llamó a su ginecólogo que prontamente le hizo la visita en su propio hogar. P

or lo que le había dicho su paciente, este se hacia la idea que era un tampón atrapado, pero la paciente no tenía ni idea de que pudiera estar causándole dicho dolor.

El medico inicio el proceso de revisión y vio un pequeño bulto en su vagina, y por varios minutos trató de extraer dicho bulto, pero no pudo hacerlo.

Por lo tanto, llamó a su enfermera y le pidió pinzas y tijeras.

Ya con estas herramientas, volvió a tratar de sacar el extraño objeto que estaba en la vagina de su paciente. Por fin logró tomar el bulto con las pinzas y lo extrajo. Cuando el doctor lo sacó, quedó pasmado por lo que sus ojos estaban viendo.

¿Cómo llegó eso allí?

Cuando el doctor le mostro el misterioso objeto a la paciente, este se le hizo conocido. Lo que el doctor había extraído parecía ser pelos de su gato Donut. La interrogante aquí era ¿Cómo llegaron esos pelos a la vagina de la paciente? Su explicación sobre el asunto te hará tener mucho cuidado con tus mascotas.

De acuerdo con la bloguera, su teoría es la siguiente: “Yo soy la culpable del incidente por no ser un poco más organizada con mi cama. Algunas mañanas olvido tenderla y mis gatos Cricket y Donut suelen jugar en ella. Cuando mi novio y yo tenemos relaciones, usamos protección, pero como no arreglamos la cama antes. Por eso, es probable que en su miembro se peguen algunos pelos de gatos que luego se depositan en mi vagina.”

Aunque parece extraños, pero es muy cierto que esto puede sucederle a cualquier persona como a Michelle.

De esta historia podemos aprender una gran lección: debemos mantener las mascotas alejadas de nuestra cama.

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