Aprende desbloquear el nervio ciático: 2 sencillas maneras de calmar el dolor

“La ciática”, es el nombre que habitualmente le damos al conjunto de síntomas que tienen relación con el nervio ciático. Es decir, utilizamos este término para referirnos al dolor que genera la compresión de los nervios que se encuentran en la parte inferior de la columna vertebral y que abarcan el nervio ciático mayor y otros.

Si utilizamos un lenguaje médico, “la ciática”; se denomina radiculopatía, y consiste en la irritación causada por el nervio radicular que se encuentra en la parte baja de la espalda. Este nervio se ramifica a cada pierna abarcando toda la extremidad hasta el pie e incluso los dedos de los pies.

A lo largo de toda la pierna se puede experimentar este dolor o en algún punto en particular pero por lo general se ubica en la parte posterior del muslo y suele ser tan agudo que en ocasiones inmoviliza por completo a las personas afectadas.

Por lo general, los médicos recetan medicamentos que pueden aliviar el dolor pero que invariablemente, en mayor o menor medida, afectarán otro aspecto de nuestra salud. Estos antiinflamatorios suelen provocar trastornos estomacales e intestinales y para evitarlos es mucho más fácil recurrir a métodos naturales que por lo general consisten en ejercicios que debe hacer el propio paciente.

Contrariamente a lo que se pueda pensar precisamente la actividad física y los ejercicios específicos relacionados con el nervio ciático son el mejor remedio para esta dolencia y guardar reposo puede ser contraproducente e incluso agravar el cuadro. Es posible que en una primera instancia las personas necesiten uno o dos días de descanso pero al cabo de ese tiempo el dolor suele empeorar porque si los músculos y las estructuras de la columna vertebral permanecen sin actividad se debilitan y pueden derivar en un agravamiento generado por una lesión o una distensión muscular de la espalda, porque esta inactividad genera otra clase de dolores.

Es por eso que te vamos a recomendar unos ejercicios que deberás hacer hasta donde tu dolor te lo permita teniendo en cuenta que esta actividad facilita que los nutrientes y los líquidos entre los discos de la columna se mantengan activos y saludables para evitar la presión en el nervio ciático.

Primer ejercicio:

1) Posición horizontal en el piso: Elevar la pierna dolorida y flexionarla de manera tal que tu rodilla quede sobre tu pecho.

2) Intenta sostener esta posición durante 30 segundos y luego extiende nuevamente la pierna a su posición original. Deja descansar 10 segundos.

3) Repite este mismo ejercicio dos veces más.

Segundo ejercicio:

1) Posición horizontal en el piso: Eleva ambas rodillas como en el ejercicio anterior pero en este caso cruza una pierna sobre la otra (similar a cuando nos cruzamos de piernas sentados).

2) Cruza las manos por debajo de las piernas y sostén la posición durante 30 segundos.

3) Estira las piernas para volver a la posición original durante 10 segundos y repite el ejercicio dos veces más.

Es probable que realizar esta actividad que parece sencilla te resulte muy complicado sobre todo porque el dolor hará que la zona se resienta aún más, pero ten presente que este ejercicio suave debes hacerlo de manera lenta y constante y poco a poco notarás que la molestia va cediendo. ¡Inténtalo!

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