Su casa olía increíble y yo no sabia porque... hasta que ella me contó su secreto!

A todos nos gusta movernos dentro de ambientes agradables en donde el aire que se respira sea fresco y perfumado. Y en este sentido, sobre todo las mujeres, nos empeñamos en utilizar productos de limpieza que nos hagan sentir que nuestro hogar huele a limpio.

Para ello, nos abocamos a la tarea de gastar fortunas en velas o difusores aromáticos o también desodorantes que pueden ser perjudiciales para la salud ya que se componen de productos químicos que muchas veces generan problemas respiratorios, de alergias, dolores de cabeza y náuseas.

De modo que si queremos encontrar el equilibrio entre salud y un ambiente fresco y perfumado, te proponemos algunas variantes naturales, fáciles de obtener y sin gastar mucho dinero.

Como primera opción puedes poner bicarbonato de sodio hasta la mitad en un frasco de vidrio mediano, mezclar con 10 gotas de aceite aromático y colocar en el centro una vela redonda. Recuerda que los aceites con fragancias cítricas suelen perdurar más en los ambientes. ¡Ya tienes un difusor aromático listo para usar en una ocasión especial!

Para una segunda alternativa, necesitarás un frasco de vidrio con tapa, bicarbonato de sodio y aceite aromático. La preparación es similar a la primera opción, pero en este caso, deberás perforar la tapa del envase haciendo algunos agujeros (pueden hacerlos con un destornillador y martillo) Estos frascos se distribuyen en varios rincones de la casa para lograr una fragancia distribuida de manera uniforme.

¡Y ya tienes un nuevo aromatizante natural libre de químicos nocivos!

Comparte esta sencilla y económica técnica entre tus amigas para un hogar perfumado y libre de productos perjudiciales para la salud.

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