Cuando esta joven tenía 9 años, le ampuntaron sus piernas y la abandonaron, pero lo que que hizo sin ellas es lo increíble.
Todos los días, cada persona se enfrenta a problemas y situaciones que lo agobian, en la calle, la casa o en cualquier otro lugar, esto nos causa mucho estrés.
Pero de algo podemos estar seguros, y es de que otras personas están viviendo algo peor, por lo que debemos de cobrar ánimo y seguir luchando para afrontar las dificultades.
Si mantenemos una actitud positiva, es muy probable que salgamos de la mala situación.
Todo se encuentra en nuestra mente y en lo dispuesto que estemos a seguir adelante. Y es que, si nos proponemos a luchar por lo que queremos, no habrá barreras que no superemos.
Ese es el caso de muchas personas que nacen con distintas complicaciones y les es muy difícil vivir. Algunos tienen problemas para respirar o alimentarse, mientras que otros nacen con cuerpos deformes.
Esta última condición es el caso de Oksana Bondarchuk, quien nació con manos y piernas amorfas, siendo abandonada por sus padres
Esta jovencita nació en el 1989 en ucrania, hija de una familia relativamente normal, pero al nacer, los médicos quedaron asombrados de que ella no tenía ni pulgares ni uñas. Esto también tomó por sorpresa a sus padres, quienes estaban desesperado.
De acuerdo con los médicos, la niña estaba padeciendo esto por el desastre de Chernobyl, lo que se produjo ocurrió 3 años antes de su nacimiento y sus padres se vieron expuestos a mucha radiación.
Como resultado, se vio afectado el desarrollo de la niña en el vientre de su madre, y sin saber cómo lidiar con la situación, sus padres decidieron dejarla en un orfanato.
En ese lugar, la niña pasó por muy malos ratos debido a su condición física.
Aunque el personal hacia todo lo que podía para que estuviera cómoda, ella no se sentía bien. Al pensar en su situación, sentía que sus padres la habían abandonado y eso no lo podía soportar.
En el orfanato, ella veía como otros niños eran adoptados rápidamente, pero ella seguía en aquel lugar. Y es que su condición física dificultaba todavía más el que una familia se fijara en ella.
Pero Oksana no perdía la esperanza de que alguien la adoptara algún día. Fue entonces cuando conoció a Gay Masters, una logopeda oriunda de Cincinnati.
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Esta mujer había quedado encantada con Oksana y quería adoptarla, pero el proceso era muy difícil, pero aun así insistió en querer adoptarla y empezó a realizar el proceso, que tardaría 2 años.
La niña ya estaba desesperada por vivir con su madre adoptiva, pero debía esperar a que finalizara el proceso.
En el orfanato a Oksana le dio miedo de no poder volver a ver a su futura madre, pero Masters nunca dejó de enviarle cartas y fotos de la nueva casa.
Cuando le preguntaban a la mujer por qué había escogido a Oksana, ella decía que no veía ningún problema en ella, era una niña sana y en forma.
Cuando por fin se finalizó el proceso de adopción, Oksana pudo ir a los Estados Unidos junto a su madre. Poco después, sus piernas se fueron debilitando lentamente, por lo que los médicos le sugirieron amputarlas.
De esa forma, podría utilizar prótesis y tendría una vida más normal. Ambas estuvieron de acuerdo, así que los médicos le cortaron las 2 piernas.
Después de un tiempo, empezó a utilizar prótesis y quedó encantada porque podía caminar y correr.
De hecho, le gustó tanto su nueva habilidad que se dedicó a entrenarse como corredora. Para el año 2012 participó en los juegos paralímpicos de Londres, donde ganó una medalla de bronce.
Poco después, también participó en los juegos paralímpicos invernales de Esquí, Sochi. Allí terminó ganando una medalla de plata y una de bronce por su participación. Ambos casos muestran que con fuerza de voluntad podemos lograr lo que sea
