En la actualidad, el "cuerpo perfecto" es un concepto instaurado entre el género femenino argentino. Entre famosas con cuerpos esculpidos y programas de televisión que remarcan constantemente la noción de éxito a través del aspecto físico, resulta muy común que miles de jóvenes recurran a consultorios, centros de estética y tratamientos poco convencionales para lograr el tan deseado "cuerpo fit".
Esta búsqueda puede causar graves problemas de salud que en muchos caso pueden ser irreversibles.
El concepto de fitness se relaciona estrechamente con la capacidad de focalizar el desarrollo de todas las funcionalidades de nuestro cuerpo a través de ejercicios variados y completos, dejando de lado la especialización en un deporte determinado.
No es lo mismo ser un deportista profesional que alguien que trabaja cada parte de su cuerpo como un conjunto estético saludable en algunos casos.
La nutriciónista Teresa Cóccaro, responsable del área de nutrición en Instituto de Neurociencias de Buenos Aires INEBA afirmó a Infobae:
"El deseo de la delgadez se ha convertido en un fin por sí mismo. La presión que generan las exigencias de este ideal de belleza es mucho más marcada en las mujeres que en los hombres y, dentro de las primeras, más importante en las menores de 35 años que para las de mayor edad".
La consecuencia más peligrosa de la búsqueda del cuerpo perfecto esta estrechamente vinculada a la mala alimentación con tal de bajar esos "kilos de más" que en apariencia obstruyen el objetivo.
"Las jóvenes tienden a asociar el sobrepeso con desaliño, abandono y enfermedad; y la flacura, en cambio, con modernidad, dinamismo, éxito social y seguridad personal. Quienes no pueden adaptarse a ese ideal, están en el centro de una contradicción que es particularmente acentuada en la adolescencia, momento en que se forma y consolida la identidad", afirmó Teresa Cóccaro.
Bajar kilos pero sin quemar grasa es una de las consecuencias más comunes. Esto se debe a la atrofia muscular, ya que las fibras de los músculos se desgarran y su recuperación es sumamente lenta, lo que termina por debilitar al cuerpo.
El sobre entrenamiento pude concluir también en la baja de defensas debido al cansancio generado por la actividad, como también a una mala alimentación.
Esto puede provocar tanto enfermedades graves de diferente índole como también gripes, migrañas, tos que antes eran esporádicas y ahora se presentan de manera más seguida y continua. En las mujeres, los cambios hormonales pueden presentarse muy fácilmente, también vinculado al agotamiento corporal.
Un entrenamiento moderado y controlado por especialistas físicos vinculado con una buena alimentación se convierte en la receta perfecta para llegar al cuerpo deseado.
La nutricionista Teresa Cóccaro detalló a Inofbae qué comer para lucir una figura perfecta y sin perjudicar la salud.
Confirmó que, en caso de que el entrenamiento sea durante la mañana, las comida fuerte corresponde al almuerzo y cena, las cuales deben contener hidratos simples o complejos para una correcta nutrición.
Puede ser fideos o arroz, los cuales ayudarán a recuperar los músculos y reducir la inflamación del intenso ejercicio.
Si el entrenamiento es por la noche, un buen desayuno compuesto por 2 rodajas de pan, yogurt con cereales o un vaso de leche con avena ayudará a preparar el cuerpo para un excelente entrenamiento. Para el almuerzo se recomiendan carnes, pescado, gelatina y/o frutas.
La doctora asegura que quienes realizan actividad física extrema tienen permitido a cualquier hora del día clara de huevo en forma de omelette, ya que tiene alto porcentaje de proteína y ayuda a levantar la masa muscular.
La hidratación cumple un rol fundamental: tanto el agua como las bebidas rehidratantes son excelentes para este fin. Esta última solo en pequeñas cantidades diarias, una botella chica de 250 ml.
Por el contrario, es importante no consumir gaseosas o jugos ya que no son bebidas hidratantes que ayuden al organismo durante el ejercicio.
Fuente: derf
