Quieres tener una piel radiante! Mira estos Exfoliante casero de sal y coco para todo el cuerpo
Si tenemos la piel sensible es conveniente que en lugar de sal le añadamos azúcar a nuestro exfoliante casero para así no correr riesgo de lastimarnos
Al menos una vez por semana deberíamos tener la costumbre de hacernos unpeeling por todo el cuerpo para eliminar las células muertas, potenciar su regeneración y facilitar la renovación de la piel, y para hacerlo la opción más sencilla y efectiva consiste en prepararnos nuestro propio exfoliante casero totalmente natural.
Puedes elaborarlo solamente utililizando la sal marina y el aceite de coco extra virgen.
Ventajas de tu exfoliante casero
Hoy en día podemos encontrar muchos exfoliantes en tiendas de cosmética y farmacias, pero qué necesidad tenemos de usar un producto caro, o de mala calidad, que contenga conservantes, derivados del petróleo o sulfatos.
Estos ingredientes pueden dejarnos una sensación de limpieza y suavidad en la piel pero, a la larga, la perjudican y alteran su equilibrio natural.
Hacer otros productos cosméticos caseros es más laborioso o necesitamos más ingredientes, pero el exfoliante casero es muy fácil de realizar y nos va a dejar la piel suave, nutrida y sana.
Solamente necesitaremos sal marina y aceite de coco extra virgen.
Lo primero que debemos precisar es que necesitaremos sal marina, y no sal común o sal de mesa.
El motivo es que la sal marina es un producto natural y no refinado, por lo cual es rico en minerales que nutren y suavizan la piel.
Tiene propiedades relajantes (como los famosos baños de sales) y antisépticas (por lo cual debes evitar las zonas con cortes y heridas).
Por otro lado, al aplicarla sobre la piel y dejarla actuar unos instantes también tiene la virtud de absorber las toxinas a través de los poros de la piel.
Recomendamos usar para el cuerpo, sal marina gruesa y, si lo deseamos, también fina. Para zonas delicadas debe ser siempre sal fina.
Si, en general, tenemos una piel muy sensible, sustituiremos la sal por azúcar fino, que tiene también propiedades exfoliantes y suavizantes pero en menor profundidad.
El aceite de coco
Este alimento es cada vez más popular tanto para su consumo como para su aplicación, gracias a sus increíbles propiedades para la salud y la belleza.
Es un aceite muy nutritivo para la piel, pero sin embargo, se absorbe con mucha facilidad en todo tipo de pieles y no nos deja sensación grasa.
Este aceite nos permite regular el sebo de la piel, hidratando las que son secas y equilibrando de manera progresiva las que son grasas.
Además, es un remedio excelente para prevenir estrías, ya que da elasticidad a la piel.
Su combinación con la sal nos permite tener un exfoliante mucho más suave, que no reseca ni irrita la piel. Y al ponerlo en la ducha, los poros abiertos absorberán mucho mejor los nutrientes de este aceite.
¿Cómo lo hacemos?
Cantidades
1 taza de aceite de coco virgen extra (230 g)
1 taza de sal marina (150 g)
Preparación
Para mezclar bien estos ingredientes tendremos que poner el aceite de coco al baño María hasta que se derrita, ya que a temperatura ambiente suele estar sólido.
Mezclaremos los dos ingredientes y guardaremos este exfoliante en un bote de cristal.
No es necesario guardarlo en la nevera y no hay riesgo de que se estropee, ya que ambos productos son autoconservantes.
¿Cómo nos exfoliamos?
Esta exfoliación la haremos una vez entremos a la ducha y sobre la piel húmeda.
Tomaremos un poco de nuestro exfoliante casero y nos empezaremos a masajear los pies, insistiendo en los talones, tobillos y zonas endurecidas en general.
Iremos subiendo por las piernas haciendo movimientos circulares y con una presión media, en especial, en zonas de mala circulación y celulitis.
Masajearemos el abdomen, siguiendo la forma del intestino, el pecho, con más suavidad, y los brazos.
Dejaremos actuar el exfoliante durante un minuto y nos aclararemos con agua.
Notaremos que la piel quedará todavía impregnada por el aceite, pero cuando salgamos de la ducha y nos sequemos estará perfecta.
Para la cara recomendamos usar un exfoliante a base de azúcar.
Lo ideal es hacer una exfoliación una vez por semana. En épocas de exposición al sol es mejor hacerlo antes, para conseguir un bronceado más bonito y uniforme.
Fuente e imagen: http://mejorconsalud.com