¿El Botox es la nueva panacea? Los increíbles usos posibles de la droga

Además del uso cosmético, el uso terapéutico del botox es un campo inmenso en exploración.

El oftalmólogo Alan B. Scott estudió una toxina para corregir el estrabismo. "Doctor, vengo a que me saque las arrugas", bromeaban algunos de sus pacientes porque, en efecto, la droga —Oculinum— les alisaba la piel.

En 1989 la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos aprobó su inyección para tratar el estrabismo y los espasmos en los párpados. Entonces llegó una compañía farmacéutica, Allergan, compró Oculinum por USD 9 millones y le cambió el nombre por Botox.

El resto es una historia conocida: en 2015 el producto había generado una ganancia record de USD 2.450 millones.

Pero menos conocido es que eso puede ser sólo el comienzo: Botox parece expandirse como una suerte de panacea y al día de hoy Allergan ha patentado 800 usos diferentes para su medicación insignia.

Además del estrabismo y los espasmos en los párpados, sirve para tratar la migraña crónica, la vejiga hiperactiva, los espasmos cervicales, la sudoración excesiva en las axilas y la espasticidad en los miembros superiores e inferiores, se la trata —sin recomendación de la FDA, pero por prescripción de profesionales habilitados— para controlar los síntomas de la depresión, el mal de Parkinson, la eyaculación precoz, el dolor en las relaciones sexuales, el trismo mandibular, las cicatrices de labio leporino, el dolor de cintura, las manos frías y el bruxismo. Entre otros cuadros médicos.

El Botox es eficaz para el tratamiento de las migrañas. (Shutterstock)

El Botox se deriva de una de las toxinas más mortales que se conocen, Clostridium botulinum, que si se ingiere en alimentos contaminados interrumpe la actividad de músculos claves, lo cual lleva a la parálisis y en ocasiones, a la muerte.

"Pero si se la inyecta en pequeñas dosis y en áreas específicas, puede bloquear las señales entre los nervios y los músculos, y hacer que el músculo se relaje. Así es como suaviza las arrugas", escribió Alexandra Sifferlin en la revista Time, que le dedicó una tapa a la droga que todo lo trata.

"Desde que se lo aprobó hace casi 30 años, el Botox se ha convertido en un básico del mejoramiento cosmético, pero hoy más de la mitad de sus ganancias provienen de sus usos terapéuticos", agregó.

En un cuarto de siglo en los Estados Unidos se han administrado 12.200 millones de dosis, con un costo de entre USD 350 y USD 500, que algunos seguros de salud cubren para aplicaciones médicas.

Como cualquier otra droga, el laboratorio que fabrica Botox debe advertir sobre sus efectos indeseados, y desde 2009 la presentación de Allergan incluye un recuadro negro que recuerda que las aplicaciones del producto tuvieron efectos secundarios graves, como la difusión desde el sitio de la inyección hacia otras partes del cuerpo, con la consecuencia de debilidad muscular, visión doble y párpados caídos.

Con sus 800 patentes en la mano, Allergan realiza ensayos clínicos de distintos usos de Botox, según requiere la FDA: "Hace falta un balance de los riesgos y beneficios para cada uso que se pretenda hacer de una droga, inclusive una vez que fue aprobada".

Aunque no se comprende aún el mecanismo, se sabe que el Botox tiene efecto antidepresivo. (iStock)

Estos son algunos de los casos más prometedores del uso del Botox:

Migrañas crónicas (ya aprobado): el cirujano plástico William Bender notó en 1992 que sus pacientes de Beverly Hills, a quienes aplicaba Botox contra las arrugas, sentían menos dolores de cabeza. "Allergan estudió la droga en personas con migrañas crónicas y se la aprobó para ese uso en 2010", explicó Time.

También las otras drogas que actualmente tratan la migraña crónica se vincularon con el mal por observación casual: son antidepresivos, anticonvulsivos y medicinas para bajar la presión.

Depresión (en estudio; hay médicos que ya la utilizan): Un estudio de pequeña escala, realizado en 2014 sobre 74 personas con depresión grave, arrojó que el 52% de la gente que recibió Botox informó una mejora en los síntomas a las seis semanas, mientras que sólo el 15% de los que recibieron un placebo se sintieron mejor.

No se comprende cuál es el mecanismo por el cual actúa contra este trastorno psiquiátrico. Algunos aluden a la hipótesis de la retroalimentación: la idea —que deriva de las teorías de Charles Darwin— de que la expresión facial de la gente puede influir en su estado de ánimo.

"Una sonrisa puede alegrar a alguien; si uno no puede fruncir las cejas acaso se sienta menos ansioso o triste", ilustró Time. Otros expertos citan un trabajo del italiano Matteo Caleo, que descubrió que el Botox que les inyectaba a las ratas en los músculos migraba a sus cerebros. "Esto sugiere que la toxina puede acceder al sistema nervioso", según la revista.

Eyaculación precoz (en estudio): Inyectar Botox en el pene puede relajar el músculo y postergar la eyaculación; en este momento Allergan hace pruebas sobre este uso, mientras también mantiene una patente para el tratamiento de la disfunción eréctil, que se estudia en una institución académica.

Ritmo cardíaco anormal (en estudio): Se explora el uso de la toxina como terapia para prevenir los patrones anormales del ritmo cardíaco luego de las cirugías de corazón abierto, la fibrilación atrial post-operatoria.

Sudoración excesiva en las axilas (en estudio): "Cuando los médicos advirtieron que sus pacientes tratados por espasmos faciales sudaban menos, se comenzó a estudiar si Botox podría ser una terapia eficaz para las personas con un padecimiento llamado hiperhidrosis axilar primaria severa", recordó la revista.

Se aprobó para ese fin en 2004, y también se usa en personas que presentan sudoración excesiva en manos y pies.

Dolor en las relaciones sexuales (en estudio): En las mujeres que sufren espasmos musculares en el plano pélvico inferior o contracciones vaginales que pueden causarles dolor al tener relaciones sexuales, las inyecciones de Botox prometen eliminar la conmoción de los músculos.

Según los estudios realizados en la Clínica Cleveland, basta con una inyección cada seis meses —otras mujeres no la necesitaron más que cada dos años— para obtener el resultado.

Frío severo en las manos (en estudio): En la Clínica de Manos Frías de la Universidad de Chicago los médicos prueban la droga para tratar a gente que tiene problemas circulatorios por lo cual se les hielan las manos.

"El Botox se inyecta en las manos de una persona para relajar los músculos que rodean a los vasos sanguíneos constreñidos, que causan una mala circulación", destalló Time.

"Cuando los vasos se relajan y se agrandan, la sangre fluye por la mano hasta los dedos, y brinda alivio a los síntomas". El tratamiento parece funcionar con una aplicación cada tres meses.

Te podría interesar

Deja tu comentario

Populares