Todas las parejas discuten, sería extraño si no lo hicieran. Es más, pelear por el mismo tema muchas veces, es algo que a todos nos ha pasado… Todo comienza con una tonta pelea de convivencia, quizá él dejó su ropa interior fuera del cesto o tú te pintaste las uñas en la mesa de la sala de estar, de pronto se desata la tercera guerra mundial.
Una pelea insignificante saca a la luz ciertos “trapitos” que estaban guardados, quizá es una mentira o un proyecto que alguno de los dos no quiere realizar, pero es algo más grande que un calzoncillo fuera de lugar…
Michele Paiva, una psicoterapeuta especializada en el tema dice que las peleas recurrentes se deben a hechos en el pasado que representan inseguridades a presente y futuro.
“Por ejemplo, si usted salió con otras personas durante el primer mes de citas y su pareja no lo hizo, probablemente ese problema surja una y otra vez. Porque para la otra persona se hecho puede representar inseguridad”.
Generalmente nuestro pasado condiciona nuestro presente y nuestro futuro; y eso es lo que muchas veces nos lastima, vivir atados al pasado limita nuestras acciones y nuestra capacidad de dar amor.
Si quieres acabar con esa pelea que tu pareja y tú siempre tienen debes hacer estas cosas:
No esperes a que la bomba explote
Debes intentar solucionar los problemas en la medida que surgen, de lo contrario se acumularán y cuando quieras lidiar será muy difícil.
Practica la sinceridad, habla de aquellas cosas que te entristecen o enojan para que ambos puedan buscar una solución.
Si consigues una línea abierta de comunicación con tu pareja, su relación crecerá en una base de confianza que les permitirá estar más cerca el uno del otro.
Si te comprometes a perdonar aquello que tanto daño te hizo, debes hacerlo, porque si cada vez que tienen un problema ese tema vuelve a salir, significa que nos has podido superarlo. Si estas dispuesta hazlo y si no lo estás busca la puerta de salida más cercana.
¿El problema es tan importante como parece?
Quizá la rutina te ha llevado hacia lugares horribles en los que las peleas están distorsionadas de la realidad. Presta atención y analiza los argumentos de sus discusiones, una vez que logren identificar la magnitud de su problema estarán listos para trabajar en él.
Sean honestos y trabajen duro por encontrar una salida a la situación. Recuerda el amor no duele, y si duele no es amor…
