Cuando a los niños le sube la temperatura, muchos padres se alarman y buscan la forma de bajarle la fiebre a toda costa.
En este sentido, Felipe González Martínez, pediatra del Hospital Gregorio Marañón de Madrid en España, indicó a ABC, que se debe tener en cuenta que “la fiebre no es una enfermedad, es un síntoma de una infección”.
De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, en los niños se considera fiebre, la temperatura mayor a 38° C, cuando se mide en el recto; más de 37.5° C cuando se pone el termómetro en la boca; y superior a 37.2° C cuando se toma la temperatura en la axila. Mientras, en los adultos cuando se eleva por por 37.5° C.
A continuación conoce los errores más frecuentes que cometen los padres cuando sus hijos tienen fiebre, según Conzález.
1. Determinar si el niño tiene fiebre sólo tocándolo con la mano. El experto explica que siempre es necesario usar un termómetro.
2. Tomar la temperatura en la axila a los recién nacidos. Aunque se puede hacer, a los bebés menores de un mes le marca medio grado más el termómetro cuando se mide la temperatura bajo el brazo. Lo mejor es hacerlo vía rectal.
3. Abrigarlo porque tiene manos y pies fríos: Muchos padres cometen el error de arropar a sus hijos con fiebre porque tienen las extremidades frías. Lo mejor es destaparlos y ponerles ropa liviana que deje sus brazos y piernas al descubierto.
4. Dejarlos en una habitación calurosa. Un dormitorio “calentito” no hará que se mejoren antes. Por el contrario, puede empeorar la fiebre.
5. Darle un baño de agua fría: Algunas padres dan baños de agua fría a sus hijos para bajarles la fiebre. Sin embargo, esto no es muy positivo para su salud porque el cambio brusco de temperatura puede incluso provocarles convulsiones. Si se da un baño, éste debe ser breve (no más de 20 minutos) y el agua debe estar tibia.
6. Poner compresas frías o con alcohol: Lo mejor son las compresas tibias.
7. Darle aspirina: Es mejor darle paracetamol o ibuprofeno, según indica el pediatra.
8. Darle antibióticos sin consultar al pediatra: Sólo un médico puede recetarlos, no automediques, puede ser peor.
9. Darle los remedios a horas y/o dosis que no corresponden: Es vital respetar los horarios y la dosis recomendadas por el médico, especialmente si es un antibiótico o antipirético.
10. Obligar al niño a tomar líquido: Es bueno ofrecerle líquidos para que mejore la hidratación y recupere el agua perdida durante la transpiración, pero no es bueno obligarlo a que los beba.
11. Obligarlo a comer: Cuando los niños están enfermos es normal que les disminuya el apetito.
12. Obligarlo a estar acostado: Todas las personas y organismos son distintos. Mientras unos prefieren estar recostados, otros necesitan moverse más. Si el niño tiene fiebre alta con escalofríos y dolor de cabeza, obviamente no es conveniente sacarlo a pasear, pero si ya se siente mejor no está mal que camine un poco.