Meditación para más felicidad y menos estrés, según expertos

Mantenernos conectados en el presente, sin aferrarnos a nada, aceptando la no permanencia de las cosas y que todo cambia, nos ayudará a ser más felices, prácticos y positivos.

Actualmente se sabe que nuestro entorno y estilos de vida pueden influir tanto en la expresión genética, como en el equilibrio entre la salud y enfermedad.

La meditación y las técnicas para el control del estrés son herramientas importantes que debemos saber utilizar, de esta manera mejoraremos nuestra salud mental, física y emocional.

Cada día tenemos aproximadamente 60 mil pensamientos y se presentan uno a la vez. Por lo general la gran mayoría de ellos se conectan con otros, vienen en cadena y suelen estar asociados con el pasado o el futuro. Los pensamientos vinculados al pasado suelen traer consigo sentimientos de tristeza y depresión, los vinculados al futuro suelen generar ansiedad y miedo. Lo ideal es mantener nuestros pensamientos conectados al tiempo presente, de esa manera, estaremos más enfocados con nuestro entorno y lo que nos rodea.

Es importante identificar qué tipo de pensamiento estamos teniendo, así seremos capaces de discernir y elegir qué pensar. Los pensamientos generan sentimientos, si me siento bien es porque estoy pensando bien.

- Mejora la función inmunológica y reduce la inflamación.

- Mejora la respuesta al estrés.

- Reduce las complicaciones cardiovasculares.

- Preserva la integridad de ciertas zonas del cerebro al envejecer. Mejora la atención y la concentración, incrementa el grosor cortical cerebral y la sustancia gris relacionada con la memoria.

- Mejora el autocontrol, brinda perspectiva. Desarrolla la inteligencia emocional y la empatía.

- Reduce los dolores.

- Mejora las relaciones sociales.

- Alivia el estrés, la ansiedad y la depresión.

- Aumenta la felicidad.

Tenemos que creer en nosotros mismos, muchas veces estamos cegados por el consumismo y la superficialidad, dejando que el ego gobierne nuestras acciones y pensamientos, hay que percatarnos que el poder, la curación y la solución a los problemas, muchas veces, están dentro de nosotros mismos. Las palabras, hechos y pensamientos tienen gran impacto en nuestras vidas y salud.

- Ponerle punto final a los pensamientos, hábitos o acciones que nos molestan y perturban.

- Ver el problema o el conflicto desde otra perspectiva, ser prácticos. El problema tiene múltiples formas de resolverse, no hay que encasillarnos.

- Expresarnos con naturalidad y sinceridad, tal como somos, decir las cosas como son, con honestidad, sin juzgar a nadie ni pretender que otros piensen como nosotros. No podemos cambiar la forma de pensar de nadie, cada uno es como quiere ser.

- Discernir o escoger qué tipo de pensamiento quiero pensar. Identificar lo negativo y analizarlo desde otra perspectiva, así se irán diluyendo y minimizándose.

- Tomar decisiones en base al entendimiento de lo que está pasando, sin criticar.

- Es importante adaptarse a distintas condiciones y ser tolerantes, no dejarse influenciar.

- Poner nuestras cualidades al servicio de los demás nos engrandece como personas.

Hay diferentes prácticas para llegar a meditar, es más fácil de lo que se cree, todo empieza por concentrarse en la respiración, en un ambiente tranquilo (cuando recién se inicia la práctica, ya que el objetivo a largo plazo es llegar a meditar en cualquier lugar o circunstancia), puede hacerse con los ojos abiertos o cerrados y en una posición cómoda.

¡Es importante no desistir, siempre se puede estar mejor!

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