Un nuevo estudio revela que puede ser posible detectar trastornos neurodegenerativos en artistas antes de ser diagnosticados a través del análisis de patrones geométricos en sus obras.
Los cuadros de Dalí reflejan que sufría mal de Parkinson más de 20 años antes de que fuera diagnosticado, según un nuevo estudio de un equipo de investigadores de la Escuela de Psicología de la Universidad de Liverpool (Reino Unido). El trabajo ha sido publicado en la revista 'Neuropsychology'.
El estudio muestra que una técnica matemática conocida como análisis fractal, que consiste en identificar complejos patrones geométricos, puede servir para detectar signos de trastornos neurodegenerativos en la obra de un artista. Concretamente, la técnica analiza los cambios sutiles en las pinceladas del autor en cuestión a través del tiempo.
"En el arte, cada pincelada individual se autorreplica por todo el cuadro creando la forma, el espacio y el patrón", explica Alex Forsythe, que dirige al equipo de investigadores. "También requiere movimientos fractales de los dedos, las manos, los brazos y, en ocasiones, de todo el cuerpo. Hemos visto que el ritmo de estos patrones fractales queda atrapado para la eternidad en los cuadros, casi como una huella genética".
Los investigadores examinaron de 2.092 pinturas de siete famosos artistas que padecieron de trastornos neurodegenerativos (Salvador Dalí, Norval Morrisseau, James Brooks, y Willem de Kooning) o tuvieron envejecimiento normal (Marc Chagall, Pablo Picasso, and Claude Monet), para estudiar las variaciones en las huellas fractales de los artistas a lo largo del tiempo.
Los Elefantes de Salvador Dalí
Este análisis demostró patrones claros de cambio entre los artistas que sufrieron deterioro neurológico en comparación con aquellos que envejecían normalmente. En todos los casos, las huellas digitales fractales cambiaron, pero las dimensiones producidas por los artistas con párkinson y alzhéimer presentaron patrones consistentes que se distinguían del grupo sano.
Sorprendentemente, el método muestra cómo las alteraciones en el cerebro pueden revelarse a través de los cambios minuciosos en las pinceladas de un artista años antes de que comiencen a aparecer síntomas de declive neurológico.