Casi todos hemos sufrido alguna vez de un fuerte dolor en la planta del pie o en el talón. A esta afeccione también se le conoce como fascitis plantar.
Por lo general, estos dolores se presentan inmediatamente nos levantamos y van cediendo a lo largo del día.
Si te sientes identificado con esta situación, te alegrará saber que en este artículo te presentaremos varias soluciones.
En la planta del pie tenemos una banda gruesa de tejido llamada fascia plantar. Esta se extiende desde el talón hasta la punta de nuestros dedos.
Dicha banda se encarga de tensar la base del pie, manteniendo la curvatura del mismo. Además, protege nuestro cuerpo amortiguando los golpes que recibimos al caminar.
El dolor es mayormente causado por un uso excesivo de los pies. También pudiera provocarlo un estiramiento brusco de dicha banda o la presencia de otros factores externos. Con el tiempo, esto suele provocar una serie de microtraumatismo que el cuerpo no puede reparar. Como resultado, empezamos a sufrir de dolores en la planta del pie, conocido como fascitis plantar.
A continuación, te diremos lo que puedes hacer para aliviar este dolor.
Ejercicios para aliviar la fascitis plantar
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Para esto, debemos utilizar los dedos pulgares de nuestra mano y ejercemos una fuerte presión en el pie.
Comenzamos desde el talón, pasando por el arco de los pies y llegamos a los dedos. El mismo procedimiento realizamos con nuestras pantorrillas. El movimiento debe ser lento y uniforme, realizándolo durante 1 minuto.
Luego, cambiamos de pie y repetimos el proceso.
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Ancla en la pared
Para este ejercicio debemos ponernos descalzo en posición de soporte frente a la pared. A continuación, presionamos la pared inclinándonos hacia adelante. Esto hará que sintamos un leve estirón en el nervio de la parte baja del pie izquierdo y el talón. Esta posición la mantenemos por 30 segundos y luego, cambiamos de pierna y repetimos el proceso.
Rollo o botella congelada
El primer paso consiste en congelar una botella pequeña con agua. Luego, la cubriremos con una toalla y le daremos vueltas con nuestro pie. En otras palabras, pisamos la botella con el arco del pie y lo movemos hacia delante y hacia atrás. Este proceso lo realizamos durante 5 minutos y cambiamos de pie.
Luego de 2 semanas, debería sentir una mejoría notable. De no ser ese su caso, le recomendamos visitar cuanto antes a su médico (podólogo u ortopedista). Si te parece que estos consejos serian útiles para otras personas, comparte este artículo en tus redes sociales.
