Fisicoculturista se inyecta aceite de coco y casi pierde a vida

La obsesión por el cuerpo llevó a un hombre de 25 años a hacer casi todo. Desde entrenarse varias horas por día, tres veces a la semana, hasta consumir proteínas y otros productos. Sin embargo, su deseo de tener cada vez más musculatura estuvo a punto de terminar con su vida.

Hace cuatro años comenzó con una rutina a la que, poco a poco, le incorporó nuevos elementos pese a no tener una prescripción médica.

A partir de entonces, a medida que sus músculos aumentaban de volumen, comenzó a inyectarse insulina, lo que, al tiempo, le generó una lesión en un tendón del brazo, publicó el sitio BMJ Case Reports.

Para sanarlo, algunos colegas le recomendaron recurrir al aceite de coco, al que sus consejeros consideraban 'mágico'.

No obstante, la salud de su brazo derecho desmejoró cada vez más y el dolor se volvió insoportable. Entonces, realizó una consulta en el Ealing Hospital de Londres, donde le hicieron una resonancia magnética que detectó varios quistes.

Al borde de la muerte

Ante lo irreversible del diagnóstico, el hombre, cuya identidad se mantuvo en reserva, admitió haberse inyectado aceite de coco en el bíceps derecho, ya que creía que así lograría curar el tendón. Pero el resultado fue el adverso, debido a que el aceite le produjo una coagulación que derivó en una lesión proteica.

Tras iniciar el tratamiento en el hospital, la médica María Johnson comentó que es "extremadamente peligroso inyectarse sustancias" como el aceite de coco, ya que, si el líquido hubiese pasado a las venas, podría haber causado una embolia letal.

El aceite de coco es muy utilizado en países como India, Tailandia y Filipinas, donde algunos le atribuyen propiedades 'mágicas'. Sin embargo, en los últimos tiempos su popularidad se ha extendido hacia Occidente.

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