¿Sabías que una alimentación adecuada es fundamental para mantener la salud del aparato excretor? Para evitar infecciones podemos tomar aceite de coco, que tomaremos dos veces al día
Se trata de una afección muy frecuente en las vías urinarias. Se puede producir en la vejiga, en los riñones, en los uréteres y en la uretra. Conoce a continuación las causas de este problema y cómo curarlo de manera natural en el siguiente artículo.
Características de la infección urinaria
La infección en las vías urinarias, como se decía anteriormente, puede ocurrir en diferentes puntos del tracto urinario:
En la vejiga: se denomina cistitis o infección vesical.
En los riñones: puede ser en uno o ambos riñones y se llama pielonefritis o infección renal.
En los uréteres: sólo en casos excepcionales los conductos que llevan la orina del riñón a la vejiga se infectan.
En la uretra: se denomina uretritis y se produce en el conducto que saca la orina hacia afuera desde la vejiga.
Las causas de la infección urinaria, en la gran mayoría de los casos, es debido a las bacterias que ingresan a la uretra y a la vejiga, donde más se desarrolla, aunque si no se trata puede propagarse a los riñones. En un gran porcentaje de los pacientes el cuerpo se libra de las bacterias de manera orgánica, pero ciertas condiciones pueden aumentar el riesgo de padecer estas infecciones.
Por ejemplo, las mujeres suelen sufrir más infecciones urinarias que los hombres porque la uretra es más corta. Además, es más probable que las padezcan luego de las relaciones sexuales o de usar un control de natalidad como es el diafragma. Las mujeres en la menopausia tienen más riesgo de padecer una infección de este tipo.
Otros factores que también incrementan las chances de sufrir infección urinaria son:
Diabetes.
Edad avanzada.
Mal de Alzheimer.
Sonda vesical.
Incontinencia intestinal.
Próstata agrandada.
Uretra estrecha.
Cálculos renales.
Embarazo.
Cirugías.
Los síntomas de la infección urinaria en la vejiga son:
Orina turbia a veces con sangre o con olor fétido o fuerte.
Fiebre baja.
Dolor o ardor al orinar.
Fuerte necesidad de orinar a cada rato.
Presión o calambres en la espalda o parte inferior del abdomen.
Sensación de vejiga completa, pero orinar poco.
Si la infección se propaga a los riñones, los síntomas serán:
Sudores fríos.
Escalofríos.
Fiebre.
Dolor en la espalda o ingle.
Piel caliente o enrojecida.
Náuseas.
Vómitos.
Dolor abdominal intenso.
Remedios naturales para la infección urinaria
Haz una infusión con 25 gramos de hojas de abedul por litro de agua, deja 10 minutos, cuela y bebe hasta tres tazas al día.
Mezcla un puñado de cada una de estas hierbas: malvavisco, llantén, milenrama, ortiga y vara de oro (las partes áreas). Extrae una cucharada, machaca y vierte en una taza con agua hirviendo. Tapa, deja reposar por 15 minutos, cuela y bebe 2 tazas por día.
Hierve 20 gramos de cebada con un litro de agua. Cuando rompa el hervor, echa 20 gramos de enebro. Deja a fuego lento unos minutos más. Reposa tapado 15 minutos, cuela y bebe hasta tres tazas por día.
En un litro de agua mezcla cuatro cucharadas de cada una de estos ingredientes: caléndula, semillas de lino, cola de caballo y tomillo. Pon a hervir durante 10 minutos, tapa y deja reposar 15 minutos. Cuela y haz baños de asiento hasta 2 veces al día.
En una taza de agua hirviendo vierte una cucharada de semillas de apio, tapa y deja refrescar por 10 minutos. Bebe antes de que se enfríe completamente.
Disuelve ¼ cucharada de bicarbonato de sodio en un vaso con agua, bebe una vez al día. Antes tienes que beber dos vasos de agua solos.
Pela una manzana y quita el corazón, corta en rodajas. Quita la piel de un plátano y corta en rebanadas. Mezcla en la licuadora con un vaso de agua y bebe, preferentemente en ayunas.
Haz un batido mezclando dos tazas de arándanos frescos, una rebanada de sandía y media taza de cerezas, todo lavado y sin semillas. Bebe de inmediato.
Calienta medio kilo de cerezas con sus cabos, a baño maría. Quita los huesos cuando estén tiernas y pasa por el tamiz el resto. Añade una cucharada de miel, guarda en un frasco de vidrio con tapa hermética, consume dos cucharadas al día.
Ingiere dos cucharadas de aceite de coco virgen cada día. También puedes beber una taza de agua de coco antes de desayunar y otra antes de dormir.
Pela dos dientes de ajo y machácalos. Añade a una taza de agua caliente, deja reposar cinco minutos y bebe. Repite hasta tres veces al día.
En un litro de agua diluye dos cucharadas de vinagre de manzana. Bebe a lo largo de todo el día.
Pela una cebolla y pártela en cuatro partes. Ponlas a hervir con medio litro de agua, durante 20 minutos. Retira del fuego y deja que repose 8 horas. Luego cuela y bebe el caldo. Te ayudará a orinar más y a eliminar las bacterias.
Vierte dos cucharadas de hojas de albahaca en una taza de agua hirviendo, deja reposar 10 minutos y bebe dos veces al día por 48 horas.
Realiza un licuado con dos tazas de zumo de arándanos, una taza de zumo de granada, una taza de papaya cortada en cuadraditos (también puede ser melón), ¼ taza de zumo de limón y una cucharada de zumo de jengibre o una rebanada pequeña rallada. Puedes añadir seis cubitos de hielo y beber hasta 5 tazas por día.
Realiza una infusión con una taza de agua hirviendo y una cucharada de hojas de perejil picado. Deja reposar por 15 minutos y luego endulza con miel de abeja. Bebe hasta tres tazas por día.
Fuente: Mejoraconsalud