Todos debemos estar al tanto de que los hornos microondas exponen ondas electromagnéticas que pasan a través de la comida, excitando sus moléculas y haciéndolas moverse, vibrar y calentarse, respondiendo a estas radiaciones.
Y lo que causa esta energía de ondas de este tipo de hornos, es un mecanismo llamado “Magnetron”.
Esta energía en forma de ondas convierte la polaridad de las moléculas, de positivo a negativo.
Esta polaridad cambia millones de veces cada segundo dentro del horno microondas.
Esto significa que el alimento es saturado con ondas, lo que hace que las moléculas de la comida expresen la misma frecuencia que cambia millones de veces por segundo.
Como resultado, tenemos un plato de comida caliente, pero al mismo tiempo algo que se conoce como “Isomerismo Estructural”, o sea, un daño en las moléculas de la comida.
Un estudio suizo dirigido por el Dr. Hans Hertel, biólogo y científico alimentario, identificó los efectos de la comida calentada en microondas.
Durante 8 semanas, 8 personas vivieron en un ambiente controlado, donde ingirieron intermitentemente: alimentos crudos, comida cocinada normalmente y alimentos que pasaron por el microondas.
Después de cada comida, se tomaron muestras de sangre, y se descubrió que las comidas de microondas causaron cambios significativos en la química de la sangre.
LOS PELIGROS DE LA RADIACIÓN ELECTROMAGNÉTICA.
¿Te has preguntado por qué la comida puesta al microondas queda calentada de modo irregular?
Esto ocurre porque los microondas trabajan con cualquier molécula de agua presente, y como no todas las partes de la comida tienen la misma cantidad de agua, el calentamiento queda en partes desiguales.
Otro estudio dirigido en la Universidad de Stanford investigó los efectos de calentar la leche materna en estos hornos.
Uno de los científicos declaró: “Calentar la leche materna al microondas, incluso programando en modo bajo, puede destruir algunas de sus importantes capacidades para combatir las enfermedades”.
Expusieron que además de calentarla, hubieron muchas otras inquietantes alteraciones en la leche.
EFECTOS SECUNDARIOS NOCIVOS DEL USO A LARGO PLAZO DEL MICROONDAS.
Comer alimentos pasados por el microondas puede causar daño cerebral permanente, al hacer “corte circuito” en los impulsos eléctricos del cerebro.
El consumo prolongado de alimentos calentados en el microondas hace que las células cancerosas crezcan en el organismo.
Precisamente, el crecimiento de tumores cancerosos de estómago y de intestino (este factor podría explicar el rápido aumento en la tasa de cáncer de colon en América).
Los minerales, vitaminas y nutrientes de todas las comidas que pasan por el microondas, se reduce o se altera, de tal modo que el cuerpo humano obtiene poco o ningún beneficio.
El consumo continuo de alimentos calentados al microondas produce deficiencias en el sistema inmune, a través de alteraciones a la linfa y al suero sanguíneo.
También produce pérdida de memoria, concentración, inestabilidad emocional y una disminución de la capacidad intelectual. Calentar leche y cereales convierte algunos de sus aminoácidos en cancerígenos.
Descongelar frutas convierte su glucosa y las fracciones que contienen galactosido, en sustancias cancerígenas.
La exposición muy corta de vegetales congelados, cocidos o crudos, convierte sus alcaloides en carcinógenos.
A inicios de 1991, se presentó una demanda a un hospital de Oklahoma, después de que un paciente falleciera por recibir sangre que había sido calentada en un horno microondas.
En 1976, Rusia prohibió los microondas por su negativo efecto en la salud y el bienestar.
En suma, se vuelve más evidente que estos hornos y las ondas electromagnéticas causan una serie de desequilibrios al cuerpo humano.
Tienen el poder de destruir los beneficios que hay en la comida y de debilitar nuestro cuerpo.