Salir de la rutina sexual que implica posiciones sexuales aburridas y bien conocidas como lo son el perrito, 69 o el misionero no es fácil, sobre todo si tanto tú como tu pareja no tienen mucha imaginación y el poco tiempo siempre apremia como para salir del paso y cumplir en la cama.
Sin embargo, si te lo propones, existen posiciones sexuales dispuestas a cambiarles la vida y hacerles pasar los momentos más placenteros nunca antes experimentados.
¿Quieres saber cuáles son esas posturas que debes hacer antes de morir? ¡Quédate aquí!
Es muy similar al perrito que ya sabes hacer muy bien. Tus brazos y rodillas se mantendrán sobre la cama, mientras elevas tus caderas y glúteos, tratando de alcanzar el pene de tu chico que estará de rodillas detrás de ti.
Las manos quedarán sueltas y él podrá estimularte el clítoris.
Ya verás que en pocos minutos sentirás tu rostro caliente, una especie de electricidad en tus piernas, la tensión se libera y te dispones a disfrutarlo al máximo. Recobra energías y busca un segundo round.
¡El orgasmo está asegurado! Ponte boca abajo, con las piernas rectas y levanta un poco las caderas. Ambos se sentirán cómodos y él tardará más en la cama. Definitivamente la imaginación no tiene límites y entre sus piernas se vale todo.
Si estás dispuesta a reivindicarte, entonces deberás convertirte en toda una experta en dar y recibir placer. En esta posición sexual deberás permanecer sobre tu lado derecho y levantar la pierna izquierda para ponerla al costado de tu chico.
La penetración que sentirás será sensacional y además, él tendrá todo a su disposición para hacer más placentero el momento.
Tu chico será el vaquero del momento. Tú estarás boca arriba mientras él inserta con suavidad su pene luego de haber completado los juegos previos y asegurarse de que tu nivel de excitación esté al máximo.
La tensión aumenta de acuerdo con la intensidad de la relación sexual, y más si él te acaricia los senos, cuello y punto G.
Es una posición sexual muy usada en el sexo tántrico. Dile a tu chico que se siente con las piernas cruzadas al mejor estilo yoga, y tú estarás en su regazo, rodeándolo con tus piernas.
Pídele a tu chico que se siente sobre una silla o al borde de la cama mientras tú te colocas sobre él.
Con esta posición, podrás controlar la profundidad de la penetración y él estará a gusto de tener todo a su favor.
Fuente: Siempre Mujer
