Limpiar ventanas, azulejos y el horno de tu cocina suele ser tedioso porque con los días la suciedad se acumula a tal punto que es difícil removerla.
Para solucionarte esos problemas, te recomendamos seguir estos trucos que dejarán esos espacios de tu casa como nuevos.
¿Estás dispuesta a probar su eficiencia?
Los asados son siempre bienvenidos en cualquier fiesta o celebración, pero cuando la parrilla está 100% limpia. Deja de lidiar con los residuos que quedaron de la última parrillada. Enciéndela y luego pasa media cebolla o medio limón para remover la grasa.
Introduce los cepillos en un recipiente con agua caliente y bicarbonato. Déjalos reposar hasta el siguiente día.
Agrega a la sartén agua con vinagre. Hierve, sácalo y añade bicarbonato de sodio. Comienza a limpiar poco a poco con una esponja lavaplatos.
Para que el espacio de almacenamiento del jabón esté siempre limpio, haz un ciclo con cloro cada dos semanas.
¡Odio ver mis azulejos así! Dan la impresión de estar descuidados. Usa un cepillo de limpieza con cerdas gruesas para remover esa suciedad.
Botellas de vidrio
Las botellas son hermosas, pero muy difíciles de limpiar. Limpia el interior de esas viejas botellas con jabón lavaplatos, sal gruesa y agua tibia.
Con los días, la grifería se ve opaca. Devuélvele su brillo natural al eliminar esas manchas de cal con un poco de vinagre y sal gruesa.
El poderoso bicarbonato de sodio vuelve a ser el "salvavidas" de esta tarea doméstica. Limpia esas zonas incómodas como lo son los rieles de las ventanas de tu casa con baking soda y vinagre.
Horno de la cocina
La acumulación de grasa y restos de alimentos impiden que el horno permanezca limpio. Déjalo como nuevo luego de pulverizar agua por todas las paredes y colocar bicarbonato de sodio. Deja que actúe toda la noche y límpialo al día siguiente. ¡Quedará como nuevo!
Fuente: Siempre Mujer




