Entérate cuáles son las diferencias entre la tristeza y la depresión

Muchas veces podemos confundir sentirnos tristes con estar deprimidos, pero independientemente de que ambos sentimientos tienen características en común, difieren en cuestiones puntuales y que vale la pena conocer.

En este artículo te las contamos las diferencias entre tristeza y la depresión..

La tristeza está un escalón por debajo de la depresión

Si bien podemos usar la expresión “estoy deprimido” cuando hemos tenido un día horrible en el trabajo, nos hemos mojado con una terrible tormenta o nuestro equipo ha perdido la final del campeonato, estos acontecimientos solo se traducen en estar tristes o apenados.

Así es, porque la tristeza es la respuesta natural a un suceso infortunado, una situación negativa, una frustración… por ello es más “normal” que nos sintamos tristes a deprimidos.

Estar apesadumbrado por una ruptura amorosa, un problema económico o la imposibilidad de cumplir un objetivo es lo normal, ya que no somos robots ni máquinas. No obstante, dista bastante de padecer una patología grave como es la depresión.

Con el paso del tiempo y al encontrar una solución al problema el sentimiento desaparece por completo. No tiene que ver con la gravedad o importancia de aquello que ha desencadenado la tristeza.

Incluso cuando un ser querido fallece, nos mudamos al otro lado del planeta o nos divorciamos atravesamos por una etapa de duelo y luego nos damos cuenta de que la vida sigue.

Tampoco en estos casos estamos hablando de depresión, sino de un desorden anímico normal. Sufrimos porque tenemos sentimientos y porque esa situación ha dejado una huella profunda en nuestro interior.

Quizás junto a la tristeza haya otros síntomas tales como apatía, insomnio o dolor de cabeza. Pero dista bastante de la depresión.

Entonces, ¿qué es la tristeza? Para que lo tengamos bien en claro, la tristeza es un estado emocional natural, una reacción que se relaciona a un episodio o situación en particular.

Por ejemplo, cuando estamos decepcionados, cuando la vida nos lleva a situaciones muy dolorosas o hay personas a nuestro alrededor que sufren.

¿Qué es la depresión?

Pasemos ahora a desgranar las características de la depresión: para empezar con su definición médica, se trata de una enfermedad mental y un trastorno del estado de ánimo. Se clasifica de diferentes maneras según los síntomas que presenta el paciente.

El tiempo de cada episodio depresivo puede variar: de semanas a años. Aquellos que la están atravesando precisan ayuda profesional.

La consulta psiquiátrica o psicológica es vital para que la persona pueda volver a disfrutar de la vida en todo sentido.

Para ser diagnosticada como depresiva una persona debe presentar, al menos, 5 de estos síntomas (esta lista es solo una guía y, en todo caso, tendremos que consultar con un terapeuta al respecto):

Estar irritable la mayor parte del tiempo.

Sentirse triste todo el día y sin motivo aparente.

Pérdida o reducción del placer e interés en las actividades cotidianas (sobre todo en aquellas que se consideraban interesantes en el pasado)

Cambios en el peso o en el apetito.

Problemas para conciliar el sueño o necesidad de dormir demasiado.

Sensación de inquietud a diario.

Lentitud en los movimientos. Cansancio y baja energía

Incapacidad para tomar decisiones. Sentimientos de culpa e inutilidad.

Pensamientos de muerte o suicidio.

Problemas para enfocarse, concentrarse o ser creativo.

Si bien estos síntomas también pueden aparecer cuando estamos tristes, la gran diferencia radica en que cuando estamos deprimidos no sabemos la razón o nos es difícil encontrarla.

Con la tristeza estos signos se reflejan tras una situación puntual.

¿Cómo diferenciar tristeza de depresión?

Es muy importante tener en claro las características de ambos sentimientos, aunque parezcan similares o a veces no sepamos distinguirlos.

Si se puede establecer la causa de los síntomas, entonces, estamos tristes. Con reflexionar sobre el problema y encontrar una solución es posible que las emociones mejoren.

En el caso de la depresión estamos frente a una tristeza crónica y generalizada. No existe un factor claro del origen de este sentimiento (y muchas veces ni siquiera lo podemos encontrar aún con terapia).

Afecta en todos los sentidos y tiene repercusiones en las relaciones que tenemos (pareja, familia, amistades, trabajo, etc.).

La depresión hace que la vida se vuelva menos interesante, menos agradable y menos emocionante. Es sinónimo de perder el sentido de las cosas y de deteriorar la energía vital.

Elimina la motivación y el placer por cualquier actividad y convierte a la persona en alguien frustrado, inconformista, impaciente y enojado.

Muchas personas se preguntan ¿cómo saber si estoy deprimido?

Básicamente, para poder empezar a hablar de esta patología, debe haber pasado mucho tiempo desde los primeros síntomas.

Esto quiere decir que el individuo no se da cuenta en seguida de que padece un trastorno emocional.

Existe un test llamado Escala de Ansiedad y Depresión de Goldberg que usan los psicólogos para determinar el estado de sus pacientes. El diagnóstico se obtiene partir de una serie de preguntas.

También en terapia se puede optar por una prueba más completa conocida como Escala autoaplicada de Depresión de Zung que abre un poco más el espectro y consulta temas más profundos.

No hay que desestimar la depresión, una enfermedad que afecta al 5% de la población mundial (principalmente mujeres) y puede conducir a intentos de suicidio o, sin llegar a tal gravedad, convertirse en una pesadilla para quien la padece y los que lo rodean.

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