Nunca olvidemos que a nuestros hijos debemos educarlos con Amor, debemos demostrárselos en todo momento hasta cuando los estamos corrigiendo para que no sientan que siempre los estamos regañando.
Los efectos negativos de los gritos son mucho mayores que los escasos beneficios que pueden aportar en momentos puntuales.
En consecuencia, es importante trabajar actitudes y modos de afrontar situaciones complejas para dejar atrás los monólogos en tono de voz elevada dirigidos a tus hijos y poner en práctica diálogos respetuosos con ellos.
La psicopedagoga Idelmary Morales presenta una serie de recomendaciones para educar sin levantarle a la voz a los pequeños.
1 Lo primero que debemos saber es que los gritos pueden ser causa de trauma en los niños. Una alternativa es la calma cuando se trata de pedirle al niño que haga o cumpla con algo, hacerlo tranquilamente.
2 Hablarle de manera positiva.
3 Intentar generar respeto es necesario que los niños entiendan que deben obedecerte.
4 Hay que desarrollar la empatía en nuestros hijos no solo para que nos obedezcan sino para que la utilicen como una valiosa habilidad para vivir. Empatía es colocarse en el lugar del otro el desarrollo de la misma hace que nuestro hijos nos comprendan y colaboren.
5 El tono de la voz es de suma importancia para comunicarnos más con los pequeños.
6 Cuando los padres sientan que están enojados lo mejor es tomar un tiempo y alejarnos para calmarnos y obtener serenidad para regresar y hablar con los chicos.
7 Debemos enseñar a los pequeños a ser obedientes eso si dándoles una explicación porque deben serlos esto evitará tener que llamarle la atención y perder nosotros el control.
8 Debemos acostumbrar a los hijos desde un principio a no repetir la orden o el favor que le pidamos.
Fuente: Panorama