La americana Christine Hill, de Orlando, es enfermera. Tiene 34 años de edad, y desde infancia, ha tenido problemas con el exceso de peso.
Por supuesto, en la escuela, la chica constantemente fue atacada por sus compañeros de clase que la molestaban sin descanso.
Esto sólo agravaba el problema, ya que Christine se encerraba en sí mismo, incluso, ha desarrollado el miedo de salir a la calle, y todo su tiempo libre se la pasaba en casa jugando videojuegos.
Un día Christine pasó en línea, jugando su juego favorito ¡durante más de 24 horas seguidas!, y el moderador se vio obligado a restringir el acceso a su cuenta!
Sin embargo, incluso eso no hizo que Christine mejorara su comportamiento. Ella continuó, pasando su tiempo libre viendo la televisión y consumiendo alimentos de alto contenido de calorías.
Esto continuó durante años, incluso después de que Christine se graduara de la escuela secundaria. Cada año, el peso de nuestra heroína se volvía más y más considerable, y a sus 30 años, la escala ¡alcanzó la marca de 170 kg!
Seguir así ya era imposible, pero Christine no encontraba fuerzas para marcar una diferencia… El punto de cambio fue un incidente que ocurrió con ella durante las vacaciones. Christine decidió bajar por el tobogán de agua y se quedó trabada allí. Para liberarla de la trampa, se necesitó la ayuda de cinco personas, ¡que pasaron varias horas desarmando el tobogán!
Christine se dio cuenta de que necesitaba un cambio radical en su vida. Ella apretó su voluntad en un puño y empezó a ir activamente al gimnasio.
«Fue un verdadero desafío para mí. Al principio me sentía terriblemente avergonzada, pero las demás clientes de la sala me apoyaron con gusto… ¡Esto me dio ánimo!» — comparte Christine sus emociones.
Ejercicios duros y agotadores ayudaron a Christine a bajar de peso durante el año ¡en más de 70 kilogramos! Sin embargo, después de una pérdida de peso tan rápida, se hizo necesario eliminar el exceso de piel.
Pero esto no le molesta a la mujer en absoluto. Ella se siente muy bien y comparte su experiencia con los demás.
Sólo se puede admirar la perseverancia y la tenacidad de Christine.
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