En un estudio â??controversialâ?, basado en datos recopilados en 170 países, se sugiere que el consumo de carnes es responsable del 13% del incremento en los índices de obesidad, el mismo porcentaje que se atribuye a los carbohidratos. â??Las grasas y los carbohidratos de nuestra dieta moderna nos suministran toda la energía que nuestro cuerpo necesita, nos guste o no. Como la proteína de la carne tarda más en digerirse, esta se convierte en grasa y se almacena en el cuerpoâ? explica uno de los investigadores. La información es comentada desde la Fundación Torres-Picón, que viene trabajando en prevención de la obesidad infantil.
Usualmente, al hacer recomendaciones sobre regímenes alimenticios saludables, los expertos aconsejan limitar el consumo de carbohidratos simples, presentes principalmente en los alimentos refinados, las azúcares y las harinas, así como las grasas; en cuanto al consumo de carnes, recomiendan consumir carnes blancas, como el pollo y el pescado, y tener moderación con las carnes rojas, las cuales, no obstante, no deben suprimirse del todo por ser fuente indispensable de proteínas.
En líneas generales, aunque se debe ser cuidadoso tanto con la ingesta de azúcares como con la de carnes rojas, por lo común los alimentos cárnicos no tienen una â??fama tan malaâ? como aquellas también llamadas extremamente â??dulce venenoâ?; sin embargo, una investigación reciente realizada por expertos de la Universidad de Adelaida, Australia, apunta a que la carne, precisamente por su alto contenido proteico, es tan responsable de la generación de obesidad como el consumo de azúcares, harinas y alimentos procesados.
Este estudio, basado en datos recopilados en 170 países de todos los continentes, sugiere que el consumo de carnes es responsable del 13% del incremento en los índices de obesidad, exactamente el mismo porcentaje que se atribuye a los carbohidratos; así lo afirma Wenpeng You, cursante de un doctorado de esta universidad, quien presentó los resultados de la investigación en una conferencia sobre nutrición celebrada hace poco en Suiza.
â??Las grasas y los carbohidratos de nuestra dieta moderna nos suministran toda la energía que nuestro cuerpo necesita, nos guste o no. Como la proteína de la carne tarda más en digerirse, esta se convierte en grasa y se almacena en el cuerpoâ?, explicó.
Maciej Henneberg, profesor de la misma universidad, describió al estudio como â??controversialâ? y resaltó la trascendencia de sus resultados, de cara a la necesidad de informar a las personas sobre las posibles consecuencias de un consumo indiscriminado de carnes rojas. â??Creemos que es importante alertar al público sobre el consumo excesivo de grasas y azúcar. Ahora también, basándonos en nuestro estudio, sostenemos que la proteína de la carne también está contribuyendo al aumento de la obesidadâ?, afirmó.
Por supuesto, es necesario destacar que en esto, como en todo, es el exceso lo que puede provocar consecuencias negativas. Los carbohidratos, especialmente si se trata de carbohidratos complejos, ingeridos en la proporción adecuada, son una magnífica fuente de energía, del mismo modo que el consumo ponderado de carne provee al organismo de las proteínas indispensables para su funcionamiento. La clave de todo está en la moderación.
Esta información reseñada por agencias internacionales de noticias así como por medios de comunicación, especializados o no, conduce a necesarias reflexiones respecto a nuestro modo de alimentarnos, comenta la Fundación Torres-Picón. Igualmente, agrega, se trata de un asunto al que se debe hacer seguimiento, pues la ratificación científica de esta conclusión y análisis puede aportar luces que permitan el desarrollo de nuevas estrategias preventivas de la obesidad.
Pedro J. Torres, portavoz y directivo de la fundación, dedicada entre otros objetivos a prevenir el sobrepeso y la obesidad infantil, plantea la importancia de acudir a chequeos y control con el médico, quien está preparado para diagnosticar y definir la manera correcta de atender cada caso, contando con el concurso de otros profesionales de la salud, dado el carácter multifactorial de la enfermedad. Torres llama a mantener muy presente que, las complicaciones de salud que se derivan de la condición de obeso, incluso de personas con sobrepeso, acortan las expectativas de vida, y pueden llevar hasta la muerte a niños, jóvenes y adultos.