Las 8 leyes para mantener una buena salud

LAS 8 LEYES DE LA SALUD

La primera ley de la salud


El aire que se Respira

Millones sufren de una amplia variedad de malestares que en parte son provocados por el insuficiente suministro de oxigeno.

El problema es que la mayoría de la gente no respira correctamente, y esto continuamente debilita la salud, la felicidad y la continuidad de la vida misma. 

¨Para tener buena sangre, debemos respirar bien. Las inspiraciones hondas y completas de aire puro, que llenan los pulmones de oxigeno, purifican la sangre, le dan brillante coloración, y la impulsan, como corriente de vida, por toda todas partes del cuerpo. La buena respiración calma los nervios, estimula el apetito, hace más perfecta la digestión, y produce sueño sano y reparador.¨

La Segunda ley de la salud
Los Rayos del Sol

Una fabrica milagrosa trabaja justo debajo de tu piel y cuando los rayos ultravioletas del sol la tocan, esa fábrica entra en función. 

Es un sistema de máxima maravilla, y sin el mismo, la vida no se mantendrá por una sola hora.

Hay millones de corpúsculos rojos fluyendo constantemente, a través de muy pequeños vasos sanguíneos, hacia cada parte de las 3,000 pulgadas cuadradas de tu piel. Y también existen pequeñas glándulas lubricantes justo debajo de la piel, que los químicos llaman esteroles. Al caer sobre ella los rayos solares, cierta sustancias alli ubicadas, llamadas ergosteroles, quedan irradiadas y transformadas en vitamina D. y ésta, llevada a todas partes de tu cuerpo, te provee huesos fuertes. dientes y uñas.

La Tercera ley de la salud
El poder de la abstinencia

El ser ¨Abstemio¨ significa ser moderado o ser mesurado en el uso de ciertas cosas, incluyendo aun el participar en exceso de una buena alimentación.

Aquí estamos hablando de dominio propio. Para poder tener éxito física, mental y moralmente en la vida, debemos ser temperantes tocante a lo bueno y abstemios tocante a lo perjudicial.

La Cuarta ley de la salud
El descanso Necesario

Aprendemos, por unos pocos minutos, algo sobre las bendiciones que el descanso puede lograr, bendiciones que muy bien podrías necesitar.

Extrañamente, al leer casi cualquier libro sobre remedios, encontraras casi ninguna mención sobre el descaso. La mayoría de los consejos son sobre cómo tomar o inyectarse aquello. Sin embargo el descanso es uno de los curativos más básicos conocidos por el hombre. Cuando uno se enferma, Que es lo primero que se hace? Uno se acuesta. Puedes imaginarte un hospital en el cual todos los pacientes sólo se acuestan por la noche? No, ellos están acostados en cama la mayor parte del día, al igual que toda la noche porque el poder restaurativo del descanso es una clave para el éxito de todos los otros remedios.


 
La Quinta ley de la salud
 El Ejercicio Necesario

Tendrías que viajar mucho hasta encontrar algo que equivalga al ejercicio como fuente de la juventud. Y no se necesita recorrer un maratón para cosechar los beneficios. Un poco más que el caminar rápido por 30 minutos a la vez, por tres o cuatro veces a la semana, puede proveer diez años de rejuvenecimiento.

La Sexta ley de la salud
 El Alimento que Comemos

Comiendo la cantidad correcta del alimento apropiado, y sólo a las horas correctas, es lo que se necesita. La comida debiera ser de una calidad sencilla y saludable, y ser masticada lentamente en una atmósfera de alegre gratitud a Dios por sus muchas bendiciones.

Frutas, granos, vegetales, nueces, preparados de manera sencilla-libres de carnes, especias o grasas de cualquier clase, – constituyen la dieta más saludable. Se requiere pensamiento agudo para preparar alimento nutritivo. 

La Séptima ley de la salud
El Agua que purifica

 Cuan importantísimo es que se beba suficiente agua cada día!

Nuestros riñones filtran como 50 galones de líquido diariamente. En un período de 24 horas, más de 8 litros de jugos digestivos fluyen por el canal digestivo. Mucha de esta agua es reciclada vez tras vez por los riñones. Pero aproximadamente de 2 a 4 litros de agua por día se eliminan a través de la orina, los pulmones, o la transpiración.

Se ha visto que el beber agua puede aumentar la capacidad del 80%. Cuando no se bebe suficiente agua, la sangre se torna viscosa y fluye con dificultad. Esto puede causar problemas no tan sólo en los tejidos y los órganos, sino en el músculo cardíaco que por ende bombea esa sangre letargosamente.

La Octava ley de la salud
Confianza en Dios

Individualmente, tú y yo necesitamos el ministerio del poder sanador de Dios en nuestras propias vidas.

Dios tiene un ministerio de sanidad especial para ti. Pues lo puedes conseguir al venir Jesús, y llegar a ser su fiel seguidor, obediente a su Palabra Escrita.

No esperes sentirte sano. Cree la palabra de Salvador. Pon tu voluntad del lado de Cristo. Desea servirle, y actuando sobre su Palabra recibirás fortaleza para obedecer su ley Moral de los Diez Mandamientos.

No importa cuál sea el mal hábito, la pasión dominante que ata a cuerpo y alma, Cristo es capaz de liberarte.

Te podría interesar

Deja tu comentario