Pedro J. Torres: Estilo de vida con hábitos saludables es necesario para evitar la obesidad

Las cifras son contundentes: de cada diez obesos que se proponen disminuir su peso, ocho no lo logran.

Esto se debe a que, pese a someterse al tratamiento médico indicado para la reducción del sobrepeso, no cumplen con el requisito fundamental de modificar sus estilos de vida, el cual implica comprometerse a incrementar significativamente la cantidad de ejercicio físico que deben realizar en forma constante y permanente, así como cambiar definitivamente sus hábitos alimentarios, siguiendo una dieta más saludable, comparte y divulga la Fundación Torres-Picón.

Así lo afirmó el doctor César Ochoa Martínez, coordinador de Investigación Clínica en la Western University of Health Sciences en Pomona, California, USA, quien expresó que en gran parte la razón es el entorno social en que vivimos. “Podríamos decir que en la experiencia que tenemos, de diez individuos, dos realmente aplican este concepto, los demás tienen más dificultad para hacerlo con múltiples aspectos porque desafortunadamente vivimos en un mundo, una sociedad, en la que hay necesidad de trabajar antes de la necesidad de hacer ejercicio, comer saludablemente, y a raíz de eso es difícil”.

Para el especialista, es preciso que el paciente obeso comprenda la importancia que tiene el atenerse a un plan nutricional adecuado a sus necesidades, así como tomar la actividad física como un hábito de vida a largo plazo.

“El problema es que muchas veces los pacientes piensan que pudiera manejarse solamente con medicamentos, pero no es así, hay que tratarse en un manejo multidisciplinario, porque si el paciente no modifica sus estilos de vida, desafortunadamente no habrá mejoría, porque podría tener un tratamiento a base de fármacos pero si sigue comiendo igual, el problema continuará, lo mismo sucederá si se hace una cirugía bariátrica o algún otro procedimiento quirúrgico”, explicó el médico.

Cuando un paciente realmente asume su tratamiento, cambia sus hábitos de vida y los sustituye por conductas más favorables que incluyan ejercicio regular y una alimentación balanceada, podrá lograr cierto grado de reducción en su sobrepeso. Si, por el contrario, el paciente adopta hábitos saludables destinados a reducir la obesidad, pero no los asume como un estilo de vida permanente, y al alcanzar el peso deseado no mantiene estos hábitos, lo más probable es que en un lapso de cinco a diez meses recupere el peso que había perdido, lo cual puede tener serias repercusiones emocionales y provocar un estado de depresión.

Evitar la automedicación, acudir al médico

El doctor Ochoa explicó que en la actualidad se considera a la depresión como una de las complicaciones asociadas a las enfermedades crónico-degenerativas como la obesidad y la diabetes; “desafortunadamente una persona con depresión es una persona que se deja en muchos aspectos porque piensa que ya no hay solución al respecto, por eso es que esta enfermedad debe ser manejada por diferentes profesionales de la salud, desde nutriólogos, psicólogos, enfermeras, trabajadores sociales y terapistas físicos, porque de una forma u otra cada uno pone su granito”.

Con respecto a los medicamentos para la reducción de peso, el especialista hizo hincapié en que éstos tienen una indicación específica; señaló que antes de considerar este tipo de terapia debe tomarse en cuenta el Índice de Masa Corporal del paciente. “El tratamiento farmacológico habitualmente es para pacientes con obesidad mórbida, sin embargo si un paciente que tiene un grado menor sufre de hipertensión o dislipidemia, podríamos utilizar medicamentos para ayudarle a que este problema no se incremente”.

El vocero y presidente de la Fundación Torres-Picón estima constructivo y de ayuda estar al tanto de los avances de la ciencia en cuanto al estudio de la obesidad y de los factores que la estimulan o provocan. “La obesidad mantiene hoy la característica de ser una epidemia global, así lo ha denunciado la Organización Mundial de la Salud (OMS), e involucra altos costos tanto en pérdida de vidas como en tratamientos. Por ello la prevención es clave”, refiere Pedro J. Torres.

Hay que evitar la automedicación y tomar muy en cuenta que los niños y niñas con sobrepeso u obesidad deben acudir a evaluación médica y control temprano, pues ello permite anticipar y tratar posibles males mayores futuros.

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