SALT LAKE CITY, Utah, EE.UU. — Dos hermanas de Utah que dormían en la misma recámara, asistieron a la misma universidad, trabajaron casi una década en la misma compañía y han visitado más de 50 países juntas ahora, cada tres semanas, se sientan en sillones iguales y platican mientras sus cuerpos reciben quimioterapia.
Con una diferencia de unas dos semanas, a Sharee Page, de 34 años, y Annette Page, de 36, les diagnosticaron hace poco cáncer de mama, una coincidencia que los médicos consideran muy inusual. Sin embargo, eso significa que pueden enfrentar la enfermedad como han hecho casi cualquier otra cosa de su vida: como equipo.
"Qué enorme bendición", dijo Annette Page, quien vive a cinco minutos de su hermana en el norte de Utah. "¿Quién pasa por algo tan difícil con su mejor amiga, su hermana?".
Las "Hermanas Page" como algunos de sus amigos las llaman, se enteraron al poco tiempo de su diagnóstico que tenían el gen BRCA2, una mutación que aumenta el riesgo de sufrir cáncer de mama u ovarios.
Adam Cohen, un médico en el Instituto Oncológico Huntsman de la Universidad de Utah, dijo que el gen puede aumentar diez veces el riesgo de padecer cáncer de mama, pero agregó que nunca ha visto que dos hermanas sean diagnosticadas con una diferencia de semanas.
Cada cierto tiempo, las hermanas se reúnen en casa de su madre para que ella pueda llevaras a su cita con el fin de que reciban quimioterapia en el Hospital Davis. Tras la sesión de seis horas experimentan una infinidad de efectos secundarios iguales, como náusea, sangrado de nariz, neuropatía y dolores de cabeza.
Sus cuerpos reaccionan a la medicina casi de forma sincronizada. Ambas son incapaces de ingerir comida en casi dos semanas y, exactamente 10 días después del tratamiento, les sale sarpullido.
"Es bueno saber que alguien comprende exactamente por lo que estás pasando", dijo Sharee Page.
Las mujeres, pertenecientes a una devota familia mormona, tienen otros cuatro hermanos. Una de sus hermanas también dio positivo al gen BRCA2, pero no ha desarrollado cáncer, por lo que piensa someterse a una doble mastectomía.
La familia tiene un largo historial de cáncer de mama y tanto la abuela como la bisabuela de las hermanas murieron de la enfermedad.
"Pasas toda tu vida, incluso antes de que nazcan, tratando de protegerlas y asegurarte que estén seguras y tratas de mantenerlas sanas", dijo la madre. "Y luego pasa algo así".
Las hermanas ahora van juntas a la cita con el mismo médico y se ayudan entre ellas a sobrellevar los días particularmente difíciles.