Expertos en legionelosis procedentes de varios países se reunieron esta semana en Atlanta (Georgia, EEUU) para compartir experiencias y discutir estrategias de cara a esta enfermedad, que ha cobrado notoriedad en Estados Unidos tras un reciente brote en Flint, en el estado de Michigan.
"Después de lo que ocurrió el año pasado en Nueva York y en Michigan, aquí ha habido un incremento en la preocupación y concienciación de la prevención de la enfermedad del legionario", dijo hoy a Efe Sebastián Crespí, médico español con más de 30 años de experiencia en el terreno de la salud ambiental y pública que ha participado en la investigación de numerosos brotes de legionelosis en todo el mundo.
Las autoridades sanitarias estadounidenses confirmaron al menos 10 muertes relacionadas a la bacteria, de 91 casos de la enfermedad confirmados en un brote registrado en la ciudad de Flint entre 2014 y 2015.
El encuentro, organizado por la Universidad de Emory en Atlanta, tiene el objetivo de impulsar el desarrollo de políticas de control y prevención de la enfermedad.
"En Estados Unidos la legislación preventiva es prácticamente inexistente, excepto en Nueva York, y este congreso ha servido un poco para poner las bases de lo que probablemente sea una futura reglamentación o guía nacional", señaló Crespí.
El foro, que contó con la participación de expertos de varias agencias gubernamentales de Estados Unidos, así como especialistas de Europa y Canadá, tendría además la finalidad de sentar las bases para una mayor colaboración, interdisciplinaria e internacional, en cuanto a investigación y desarrollo de estrategias.
"En España tenemos una reglamentación específica para la prevención de la legionela desde el año 2001, que fue mejorada en el 2003, por lo tanto ya llevamos más de 10 años de experiencia", dijo el experto español.
Crespí explicó que España es uno de los países con mayor incidencia de la enfermedad del legionario y que reporta muchos casos de legionela al sistema de vigilancia europeo.
Si bien el especialista dijo se desconoce la causa exacta de esta tendencia, apuntó al hecho de que en este país europeo existe una mayor concienciación sobre la enfermedad a consecuencia de un brote que se registró en la ciudad de Murcia en el 2001, que afectó a más de 400 personas.
"Ahora tenemos un buen sistema de diagnóstico y de notificación que hace que aparentemente tengamos más casos, aunque son parecidos a los casos reportados en Francia e Italia", aseveró.
La legionelosis es una enfermedad respiratoria causada por bacterias del tipo Legionella, que puede infectar los pulmones y causar neumonía, por eso se conoce como enfermedad del legionario.
En algunos casos, las bacterias pueden causar una infección menos grave similar a la influenza o gripe, que se conoce con el nombre de fiebre de Pontiac.
La enfermedad del legionario tiene un periodo de incubación de 2 a 10 días, aunque en brotes recientes se han registrado periodos de hasta 16 días, y entre los síntomas más comunes está la fiebre, pérdida de apetito, cefalea, malestar general, letargo y en algunos casos dolor muscular, diarrea y confusión.
Las legionelas se encuentran naturalmente en el agua dulce y crecen con mayor facilidad en agua caliente en sitios como bañeras de hidromasaje o jacuzzi, torres de refrigeración (unidades de aire acondicionado para edificios grandes), tanques de agua caliente, sistemas de fontanería grandes y fuentes decorativas, de acuerdo con datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
La enfermedad, que en muy raras ocasiones se transmite de persona a persona, puede propagarse a través del rocío o vapor que contiene estas bacterias y al aspirar agua potable, cuando se traga agua por la tráquea y llega a los pulmones.
De acuerdo con estimados de los CDC, entre 8.000 y 18.000 personas son hospitalizadas cada año en Estados Unidos a causa de la enfermedad del Legionario, aunque solo unos 3.000 son reportados a los CDC.
