Su consumo no regulado ha desatado la polémica y la alarma por el debate paralelo sobre la legalización del cannabis y al uso de dispositivos y pipas que permiten su consumo sin ser advertido.
'Manteca', 'Miel' y 'Arlequín' son las tres fomas como se conoce a la droga que está haciendo furor últimamente en las calles de EE.UU.
Se trata de un extracto de la marihuana con altos niveles de tetrahidrocannabinol (THC) que ha empezado a levantar alarmas por el abuso en su consumo, recogen medios locales.
Con un tono amarillo y un tacto parecido a la cera, es un producto sintético que se elabora vertiendo disolvente sobre las plantas de marihuana para extraer el THC prácticamente puro y luego dejar evaporar al químico. Si el cannabis tradicional tiene una concentración de THC del 20%, los niveles de su derivado pueden superar el 80%, según datos de la agencia para la lucha contra el narcotráfico norteamericana (DEA).
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La sustancia que se obtiene puede ser más o menos cara según su calidad y vendedor. Se consume fumándola y es considerada una "evolución de la marihuana". Para muchos ha dejado de tener popularidad al producir mareos y desmayos, en algunos casos incluso alucinaciones, que pueden durar horas.
Su consumo no regulado en EE.UU. ha levantado polémica y alarma por el debate paralelo sobre la legalización de su producto raiz, la marihuana. A esto se suma la popularidad de los vaporizadores y cigarrillos electrónicos, que permiten el consumo de droga a plena luz del día sin levantar sospechas puesto que no emanan olor o humo alguno.