La pérdida de memoria es algo que nos preocupa, mucho más a partir de ciertas edades. Hay que ponerse manos a la obra para averiguar qué podemos hacer para conservar esta capacidad tan importante y tan presente en nuestro día a día.
El privilegio de aprender no está reservado sólo a los alumnos de colegio, de instituto y otros estudiantes. Para estimular tu cerebro lo mejor es entrenarse memorizando cosas todos los días: los números de teléfono que más utilizas, letras de canciones, el código de la alarma del trabajo…
Nunca se llega a repetir suficiente: el sueño es esencial para la concentración y la memorización. Mientras duermes tu cerebro se encarga de clasificar toda la información absorbida a lo largo del día. Por ello, cuando duermes poco o mal, se perturban tus recuerdos.
3. Seguir una dieta equilibrada
Una alimentación sana y variada juega un papel importante en el funcionamiento del cerebro. Sin embargo, la idea preconcebida de que el pescado es el alimento clave para tener una buena memoria no es una verdad absoluta. El pescado es rico en fósforo, pero también lo son otros muchos alimentos (las carnes especialmente…) y, en efecto, es bueno para el cerebro pero ¡no más que para el resto del cuerpo! Queremos remarcar que los arándanos, gracias a sus fitonutrientes, se recomiendan particularmente para la memoria.
4. Sigue jugando
El scrabble, el ajedrez, las damas, los juegos de estrategia o las palabras cruzadas son unas algunas actividades de reflexión que pueden ayudarte a mantener tu cerebro y tu memoria. ¿Y por qué no te echas una partida al Memory con tus hijos o sobrinos que tan a menudo te lo piden?
5. Reglas nemotécnicas
Desde tierna edad nos enseñan a utilizar métodos indirectos para retener los principios más complejos (por ejemplo para memorizar el código morse, la tabla periódica o la duración de cada mes del año: 30 días tiene noviembre, junto con abril, junio y septiembre, de 28 hay solo uno, los demás traen 31). Entonces, ¿por qué no aplicarlos a la vida cotidiana? ¡Es cosa tuya probar tu imaginación!
6. Vigila la salud
Ten cuidado con el estrés, el agotamiento y las pequeñas depres que favorecen el olvido y perjudican enormemente la concentración y el aprendizaje. Permanece relajado gracias a métodos como el yoga, los masajes o la sofrología.
7. Evita ciertas sustancias
Limita el consumo de alcohol y tabaco (que altera la actividad de ciertos receptores cerebrales), y los productos excitantes como el té y el café, que perjudican la concentración.
8. Ser organizada
Organiza tus ideas y ordena tus prioridades. Y, sobre todo, ¡acuérdate de anotarlas! Tus mejores aliados serán el post-it en la nevera, la agenda, el bloc de notas o los avisos en el móvil.