Los calambres se producen cuando un músculo se contrae sin intención de tensarlo y no es posible relajarlo, quedando rígido y generando dolor.
Quienes más sufren de calambres suelen tenerlos en la parte posterior de la pierna o del muslo, y los cuádriceps; aunque también pueden producirse en los pies, manos, brazos y otros músculos del cuerpo.
Se producen cuando un músculo se sobrecarga o lesiona. No son algo exclusivo de los deportistas: pueden generarse en caso de que la persona se encuentre deshidratada, tenga bajo niveles de minerales como el potasio o el calcio, o también por otros factores como el alcoholismo, el hipotiroidismo, la insuficiencia renal o el uso de algunos medicamentos.
También pueden generarse al estar mucho tiempo en una misma posición.
¿Cómo calmar un calambre?
Hidrátate: Si estás realizando alguna actividad física, detenla y bebe suficiente líquido. Las bebidas isotónicas también podrán ayudarte a recuperar los minerales perdidos.
Además, es recomendable que descanses durante 24 horas, ya que si se trata de un agotamiento muscular podrías sobrecargar aun más el músculo o bien lesionarlo.
Estira: Además, al tensionarse el músculo, lo más efectivo para calmar un calambre es hacer un correcto estiramiento y un masaje con un bálsamo de árnica o con aceite esencial de pino, romero o de tomillo; para lograr relajarlo y calmar el dolor.
También puedes:
Bebe siempre agua antes, durante y después de realizar ejercicios
Realizar actividad física adecuada a nuestro estado físico para evitar las intensidades máximas y forzar nuestro cuerpo
Realiza estiramientos con regularidad
Consume alimentos con ricos en potasio y magnesio, como todo tipo de verduras, hortalizas, frutos secos y legumbres.
Evita los alimentos procesados o grasos
Usa ropa suelta en la zona donde sufres con frecuencia los calambres
Fuente: Panorama