Con frecuencia el edema macular es asociado a la diabetes, una enfermedad metabólica que afecta la microvascularización y hace que los vasos sanguíneos de la retina pierdan líquidos, deformando un área milimétrica denominada mácula.
La oftalmóloga y retinóloga Lisseth Chinchilla, explicó que en la etapa inicial de la patología pueden notarse síntomas como visión borrosa y descolorida.
La también retinóloga del Hospital Central de San Cristóbal, aclaró que no solo el mal control de la diabetes puede provocar este trastorno visual, hay otros factores de riesgo como: edad mayor de 65 años con diagnóstico de degeneración macular no tratada, trauma ocular, hábito tabáquico, complicaciones de una cirugía de cataratas, oclusión de vena central de la retina e inflamación del ojo.
Sea cual sea la condición que le de origen al edema macular, dicha patología se debe a la acumulación de líquido en la zona de la retina responsable de la visión central, el enfoque de los detalles y los colores. La prueba clave para el diagnóstico es el examen de fondo de ojo, y la necesidad de detectar tempranamente la afección radica en que es la única manera de prevenir cambios degenerativos irreversibles.
Chinchilla insistió en la importancia de cuidar la salud visual, ya que “juega un papel primordial en nuestra calidad de vida, es el sentido que nos permite interactuar con nuestro entorno, su deterioro o pérdida conlleva a un cambio en nuestro estilo de vida, en el trabajo y en el entorno familiar, causando discapacidad, baja laboral, limitación y depresión”.
