Controlar los factores de riesgo, como la obesidad o la hipertensión, es fundamental para evitar la aparición de un aneurisma, una dilatación de un vaso sanguíneo que puede llegar a ocasionar su ruptura.
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Un aneurisma es una dilatación patológica de un segmento de un vaso sanguíneo, normalmente se produce a nivel arterial. Explicamos sus riesgos para evitarla.
El aneurisma aórtico se asocia con frecuencia a la aterosclerosis. Otra de las causas del aneurisma es la necrosis quística de la capa media, o infecciones.
Los síntomas y la evolución de los aneurismas de la aorta torácica dependen de su localización, mientras que el aneurisma abdominal no produce síntomas.
Las pruebas mediante las que se puede diagnosticar un aneurisma son: exploración y radiografía del abdomen, radiografía de tórax, eco, TAC, RMN y aortografía.
Estas son las vías de tratamiento de un aneurisma en función de la aorta afectada: torácica o abdominal. Conoce el riesgo de la cirugía y sus complicaciones.
Para prevenir un aneurisma debes controlar los factores de riesgo cardiovascular, especialmente la tensión arterial, así como prevenir la arteriosclerosis.