Las bebidas alcohólicas que tienen cero carbohidratos

Si tuviera que preocuparse por las calorías, tendría que renunciar a las calorías vacías que le proporciona el alcohol.

Sin embargo, en una dieta baja en carbohidratos en la que no se cuentan las calorías, no importa de dónde procedan estas siempre y cuando el número total de carbohidratos sea lo bastante bajo.

El objetivo es limitar los carbohidratos a la cantidad que su cuerpo pueda tolerar siempre y cuando siga quemando grasa como combustible y manteniendo un estado de cetosis tan a menudo que le permita perder peso y conservar la salud... y todo eso depende de su sensibilidad a la insulina. Si engorda fácilmente, quizá deba limitarse a 20 g de carbohidratos diarios; si no es su caso, probablemente pueda comer 50 g de carbohidratos al día. Esto significa que, en lo que a la bebida se refiere, hay buenas noticias.

Los licores son los que menos carbohidratos tienen y la cerveza la que más; evite los combinados siempre que estén azucarados.

Básicamente tienen cero carbohidratos:

Whisky, ginebra, ron, tequila, vodka: siempre y cuando no estén endulzados ni mezclados con un refresco gaseoso azucarado.
Algunos vinos blancos contienen menos carbohidratos que otros. Los que menos tienen, en una copa de 200 g (que es la cantidad típica que se suele servir, y hay cinco copas en una botella):

Menos de 6 g: Riesling
Menos de 3 g: Champán, vino espumoso
Una copa de vino tinto de 200 g:
6 g o menos: Borgoña
5 g o menos: Clarete, Zinfandel
4 g o menos: Chianti, Syrah, Petite Sirah, Merlot, Cabernet Sauvignon, Pinot Noir

Cerveza, por lata o botella de 33 cl:

Entre 2 y 5 g: Casi todas las cervezas light.
Entre 6 y 8 g: Casi todas las cervezas normales.

Cócteles, por unidad:

Menos de 1 g: Tom Collins, Highball, Martini, Gimlet, Gibson
Menos de 5 g: Tom Collins, Sloe Gin Fizz, Manhattan, Bloody Mary, Rob Roy

El peligro de beber alcohol cuando uno está intentando cambiar sus hábitos alimenticios es que puede desinhibirle de cara a la comida basura y entonces sí que podría arder Troya. Sin embargo, si una copa de vino durante la cena es el paso decisivo que puede animarle a probar esta forma de alimentarse, brindemos.

Fuente: El confidencial

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