Suena a barrabasada, pero hay quien defiende que el afeitado debería ser una práctica unisex. Así lo defiende un artículo publicado por el New York Times en el que varias mujeres hablan de las supuestas bondades de pasarse la cuchilla por la cara de manera habitual.
En la pieza, la estilista Kate Somerville, famosa porque las caras de varias estrellas de Hollywood han pasado por sus manos, asegura que el afeitado es más que una alternativa a la cera: “Al principio usaba la afeitadora por el pelo, pero me di cuenta de que ea un fantástico sistema para exfoliar y a partir de ahí mi maquillaje resaltaba mucho más y quedaba más natural”, explica.
Además asegura que este truco de belleza fue usado en su época por actrices de la talla de Marilyn Monroe y Elizabeth Taylor.
Algunas youtubers famosas no tienen miedo a afeitarse frente a la cámara y compartir su experiencia con sus millones de seguidores. Este es el caso de Michelle Money, que en el siguiente vídeo nos muestra su arte con la afilada hoja para quitarse la ligera capa de vello facial. Money explica que ese pelo, llamado pelusilla de melocotón por su parecido a la capa que recubre la piel de esta fruta, no puede ser eliminado con láser porque su pigmentación es demasiado ligera para este sistema.
El principal miedo de las mujeres respecto al afeitado es que los pelos rasurados vuelvan a crecer con mucha más fuerza y en un color más oscuro. Para todas las que piensan eso, la dermatóloga Elizabeth K. Hale asegura que es una creencia completamente falsa, y pone como ejemplo a las mujeres japonesas, que desde hace siglos se afeitan y no solo no tienen barba, sino que lucen un cutis estupendo.
Pero las mujeres que se quieran afeitar, no deberían utilizar las cuchillas de sus novios, hermanos o padres. La industria cosmética, tan rápida como siempre, ha creado un tipo de hojas especiales que supuestamente no dañan la piel de las féminas y no son tan agresivas como sus equivalentes masculinos. Como no podía ser de otra manera, su precio es casi el doble que la de los chicos. Y eso que al final son lo mismo: un trozo de plástico con una hoja afilada al final.
El cirujano plástico Stafford R. Broumand va un paso más allá y defiende en el mismo artículo que las mujeres deberían acudir a un centro de estética a realizarse el tratamiento, al menos las primeras veces para evitar cortes en el rostro. Moraleja: si al final afeitarse se pone de moda entre las mujeres, se va a convertir en el negocio del siglo.
