Desde tiempos antiguos se utiliza el laurel gracias a sus propiedades medicinales. Las hojas de esta planta son muy utilizadas para tratar:
Problemas de anemia
Proteger el sistema respiratorio evitando enfermedades como la bronquitis, neumonía o pulmonía
Prevenir problemas del sistema óseo
Espantar insectos
Acelerar la cicatrización de las heridas
Combatir la sarna y la caspa
Aumentar el flujo sanguíneo por lo que se le considera un aliado para evitar problemas cardiovasculares
Y aunque esto no resulta nada novedoso lo que sí llama poderosamente la atención es que se han hecho experimentos que afirman que las hojas de laurel eliminan el estrés del hogar luego de un largo día de trabajo.
Todos sabemos que el estrés es acumulativo y que, muchas veces, llegar a la casa y descansar por unas horas no quita el estrés definitivamente. Es por esta razón que las vacaciones son necesarias y hasta imprescindibles para descender los niveles de estrés.
Pero ¿Qué ocurre en el hogar cuando estamos estresados?
Aunque no los veamos los pensamientos de preocupación, tristeza, enojo, etc (como energía que son) quedan en el hogar. Esta es la razón por la que muchas veces entramos en un hogar o en una tienda y comenzamos rápidamente a sentir dolor de cabeza intenso o empezamos inexplicablemente a bostezar sin parar.
Según ciertos experimentos se ha detectado que el laurel tiene propiedades sedantes que ayudarían a descender los niveles de actividad del cerebro generando mayor cantidad de melanina (hormona del sueño) y de serotonina (hormona de la felicidad).
¿Cómo se utiliza el laurel?
Para poder hacer este experimento necesitarás:
2 hojas de laurel
1 mechero o encendedor.
Preparación:
Coloca las hojas de laurel sobre un plato que no se queme. Puedes hacerlo sobre una superficie o recipiente de metal.
Prende las hojas de laurel con cuidado de no quemarte.
Sal de la habitación (asegurándote que las hojas se quemarán dentro un recipiente seguro para evitar posibles accidentes)
Pasados unos minutos regresa a la habitación y ventila como lo haces habitualmente.
Puedes repetir este procedimiento todos los días.