Venezuela.- La falta de repuestos ha afectado la operatividad del parque de ambulancias que prestan el servicio de traslado interhospitalario en el estado.
Esta situación pone en vilo la estabilidad de un enfermo convaleciente al momento del traslado al hospital.
Rosa Rodríguez comenta que desde Carayaca tuvo que llegar al hospital José María Vargas de La Guaira en autobús, porque no había ambulancia en el hospital de la parroquia. “Nos tuvimos que venir pagando pasaje. Mi hija llegó con el bebé casi afuera y sin líquido amniótico”.
Este drama lo viven a diario las embarazadas de Carayaca, quienes en reiteradas oportunidades han manifestado que llegan a las unidades obstétricas del estado en patrullas, camiones, buses o taxis que cobran hasta Bs. 8.000.
Traslado interhospitalario: otro dolor de cabeza
Ya ingresado al hospital, los pacientes deben ser trasladados a otros centros de salud públicos o privados para la realización de estudios especiales, pues algunos centros no cuentan con los insumos para realizarlos. Esto es otro dolor de cabeza para los familiares de los enfermos, quienes deben iniciar la cacería de una ambulancia de los bomberos, el 171 o servicio privado.
“Mi mamá lleva 24 horas esperando para que la trasladen y le hagan un estudio de rayos X de tórax porque aquí en el seguro el equipo de radiología está dañado. Nosotras vivimos en Naiguatá y la trajimos el miércoles en la noche en un taxi que nos cobró Bs. 2.000. Tenía un fuerte dolor en el pecho, la llevamos al hospital de emergencias de la parroquia y nos remitieron a La Guaira porque tenía el corazón recrecido y podía complicarse”, narró Mayerling Martínez.
Gustavo Hostos, especialista en rescate, aseguró que actualmente los vehículos de traslado no cuentan ni con el 30% de las condiciones para estabilizar a los pacientes en estado crítico.
“Aunque muchas veces en los hospitales aseguran que estas unidades solo se usan para el traslado de pacientes de un hospital a otro, deben disponer de desfibriladores, kits de suturas, bombonas de oxígeno, conos, equipos de infusión, vendas y equipo de primeros auxilios”.
El especialista destaca que muchas veces el personal que realiza el traslado, no está facultado para atender al paciente. “Desde el conductor hasta el paramédico deben haber recibido mínimo un curso de primeros auxilios. Ellos deben saber cómo inmovilizar al paciente, cómo realizar un vendaje provisional y detener una hemorragia”.
Con la acentuada escasez de insumos médico-quirúrgicos que se vive en el país, hasta las medidas de seguridad de los rescatistas y paramédicos se quebranta. “No tenemos ni guantes para atender a los pacientes”.
A pesar del panorama, se ve una luz al final del túnel con el anuncio que realizó la semana pasada el gobernador García Carneiro sobre la adquisición de 10 ambulancias nuevas, de las cuales cuatro están equipadas para el traslado de pacientes en terapia intensiva.
Tomás Guerra, presidente del Colegio de Médicos del estado, aplaudió el anunció y solicitó que el proceso de importación y nacionalización de los vehículos sea expedito, “pues nos urgen las ambulancias para trasladar oportunamente a nuestros pacientes”.
Fuente: La Verdad de Vargas